logo-SRALluvias de variada intensidad cayeron en las últimas horas en la provincia de Buenos Aires trayendo cierto alivio en la región del sudoeste, una de las más afectadas por la seca, en donde ya se ven afectados cultivos de soja y de maíz, y los ganaderos se encuentran sin posibilidades de confeccionar reservas forrajeras.

En la mayor parte de la provincia no se registran lluvias desde mediados de diciembre. Pero según un relevamiento efectuado por la Sociedad Rural Argentina (SRA), la sequía no sólo afecta al campo bonaerense sino también a varios distritos de las provincias de La Pampa, Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos.

Según este informe, en la provincia de Buenos Aires desde Azul hacia el Sur, hay riesgo de fuego; de hecho ya ocurren incendios en la zona de Sierra de la Ventana. En Tapalqué y alrededores casi todos los maíces se perdieron; la soja de primera está bien para aquellos productores que tienen buena tecnología, pero para el resto está muy mal, y de la soja de segunda aún no se puede saber qué va a ocurrir.

Cuadros similares se observan en Coronel Dorrego, General Villegas, General Alvear, Lobería, 25 de Mayo, Maipú, Las Flores y otros distritos. «Va a ser un año difícil» dijo en diálogo con La Nación el presidente de la Sociedad Rural de Salliqueló, Marcelo Graffigna, que informó que ayer llovieron en esa zona entre 18 y 20 milímetros. «Sólo alcanza en el sur de este partido para recuperar los maíces de segunda, pero los de primera casi se han perdido en su totalidad», señaló el productor. Agregó el dirigente que para que se salve la soja más tardía tendría que empezar a llover lo más pronto posible «por lo menos 30 milímetros». Dijo que en girasol hay una merma, en promedio, del 50 por ciento en la estimación de los rendimientos y que la soja temprana necesita más agua. «No alcanza con lo que llovió», dijo Graffigna. Pero el problema no afecta sólo a la agricultura. «Se ha perdido la posibilidad de hacer reservas forrajeras para tambo y feedlot. Los ganaderos están a la espera de que llueva para recuperar el perfil de los suelos y poder producir verdeos y pasturas», señaló.

En cuanto a los registros pluviométricos, Gabriel Foco, de la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca, informó que llovieron 17 milímetros en ese distrito; 20 en Pigüé; 45 en Puán; 30 en Coronel Suárez; 60 en Pringles, y 50 en Saavedra. Según Foco, hablar de entre 20 y 30 milímetros si sigue este calor es insuficiente para recuperar la situación. «Si bien ayer la temperatura estuvo en el orden de los 30 grados, anteayer el termómetro alcanzó los 41 grados, con una sensación térmica de 50 grados. Para cortar la sequía se necesitarían acumular unos 50 o 60 milímetros», concluyó.

Según el mapa del Servicio de Información Meteorológica (SIM) de la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca, se prevén al 30 de este mes lluvias de entre 12 y 18 milímetros en el oeste bonaerense.

Otros lugares afectados, según el informe de la Rural, son el oeste de la provincia de La Pampa, donde la situación también está muy comprometida. La cosecha del trigo fue mala y la gruesa se está deteriorando en forma acelerada, con muchos lotes de maíz de primera y girasol que ya se perdieron.

En Santa Fe, la zona de Tostado y alrededores, están mal provistos de agua para poblaciones y campos. En Río Tercero, Córdoba, la sequía tuvo un impacto muy dispar por el irregular régimen de lluvias. En Entre Ríos, la situación es dispar, pero con zonas muy secas.