En la ampliación del Presupuesto 2020, el Gobierno incluyó la aplicación del 10,5% a la leche fluida o en polvo.\ Aunque técnicamente es una reducción respecto del 21% que se tributa ahora, si se le saca la excepción actual podría haber un aumento para el público, según informa el Portalechero.com

Por estos días se disparó una polémica ante la difusión del proyecto de ampliación del Presupuesto Nacional 2020 enviado por el Ejecutivo al Congreso, que incluye una disposición que podría afectar directamente los consumidores: la eliminación de la exención del IVA a la leche fluida y en polvo, productos que pasarán a pagar una alícuota del 10,5%.

Desde la oposición se cuestionó la iniciativa, en base a que se le carga impuesto a productos que o bien están exentos hasta ahora, como son la leche fluida o en polvo, entera o descremada, sin aditivos, o bien tienen el impuesto compensado para que los comercios no lo trasladen al público. En tanto, desde el Gobierno se buscó aclarar bien cómo es el tema, que será debatido hoy en un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados.

El proyecto de ley unifica en el 10,5% a todas las categorías de leche, incluidas la fluida y en polvo sin aditivos, que hasta ahora permanece exenta, pero representa una porción marginal del consumo de lácteos en la Argentina.

Esto queda plasmado en el proyecto, ya que su Artículo 18 establece la modificación del artículo 7° de la Ley de Impuesto al Valor Agregado eliminando la expresión “leche fluida o en polvo, entera o descremada, sin aditivos”. A su vez, el Artículo 19, establece agregarle a la misma norma diversas categorías de leches entre los productos que se gravan con un 10,5%. Se trata de los artículos 558, 559, 559 bis, 559 tris, 560, 560 bis, 560 tris, 562, 564 y 567 del Código Alimentario Nacional; básicamente leches fluidas, en sachet y larga vida y leches en polvo.

Actualmente algunos productos lácteos no incluyen el IVA del 21% en las góndolas. Esto tiene su origen en el programa IVA 0% para alimentos de la canasta básica dispuesto al año pasado por el presidente Mauricio Macri tras la dura derrota electoral en las PASO de agosto. Ese esquema fue modificado parcialmente por Alberto Fernández en enero último, a través del Decreto 418/2020, que estableció un Régimen Especial de Compensación de IVA a las ventas por menor en hipermercados, supermercados y autoservicios. Las leches quedaron comprendidas en ese sistema de compensaciones.

En enero, el actual gobierno buscó no perjudicar a los comercios y que éstos no generaran aumentos para compensar el IVA del 21%, que en el resto de la cadena láctea siguió su marcha normal. Los productores agregan el 21% en sus ventas a la industria, la industria hace lo propio con los comercios y éstos son los que reciben la compensación estatal que permite una contención de los precios.

De aprobarse el proyecto del gobierno, habrá qué ver si se renueva la compensación del decreto 418. En el caso de que eso ocurra, el gasto del Estado se reduciría a la mitad en el caso de los lácteos. Para la eventualidad de que la compensación quede sin efecto, habrá que ver qué hacen los comercios con el mayor costo del 10,5%, si lo cargan en los precios de venta al público -lo más probable- o si intentan pasarlo «para atrás» en la cadena.

En términos de toda la industria lechera, la unificación del IVA al 10,5% repreentará un descenso en la presión impositiva, más allá de que distintos eslabones de la cadena vienen reclamando que se les permita subir los precios dado que en los últimos tiempos han debido afrontar aumentos en algunos insumos.