A pocos días de iniciar una nueva ventana de siembra, nos encontramos frente a importantes turbulencias en el mercado internacional y a cambios en las alícuotas de derechos de exportación que afectan especialmente las decisiones de siembra para la nueva campaña de granos gruesos, señala en su informe la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Soja

En consecuencia, el cultivo de soja ha ganado competitividad respecto a la campaña anterior presentándose como una alternativa atractiva en este nuevo ciclo. En paralelo, si bien el escenario climático aún no se encuentra definido, existe un consenso general por parte de los pronosticadores sobre la baja probabilidad de transitar un año climático seco del tipo “La Niña”, brindando optimismo en torno a una variable clave para nuestra producción de cultivos extensivos. Finalmente, durante este nuevo ciclo se prevé reinsertar en la rotación agrícola poco más de 800.000 hectáreas inundadas durante la campaña 2017/18, distribuidas entre las provincias de Córdoba, Santa Fe, La Pampa y en mayor medida Buenos Aires.

Bajo el escenario recién descripto, el área ocupada por soja a escala nacional podría ascender a 17.900.000 hectáreas durante la campaña 2018/19, registrando un incremento interanual de 200.000 hectáreas (Superficie Sembrada 2017/18: 17,7 MHa). Sobre la presente proyección de área, se prevé que más del 30 % de dicha superficie sea sembrada sobre rastrojo de trigo y cebada, elevando la soja de segunda a más de 5,5 millones de hectáreas lo que significa un nuevo récord de superficie destinada a esta modalidad de siembra. Esta mayor participación de soja de segunda se encuentra apalancada por la expansión del área de granos finos durante el presente ciclo.

Escenario Económico

La campaña 2018/2019 se lleva a cabo en un contexto de creciente volatilidad económica en economías emergentes. En particular, la economía argentina se vio afectada por una serie de shocks externos e internos que produjeron una fuerte devaluación del Peso y una contracción del nivel de actividad. En ese marco, con el objetivo de acelerar la corrección de los desequilibrios en las cuentas públicas, el gobierno nacional modificó el esquema de alícuotas a las exportaciones a través del decreto 793/181 del 3 de septiembre de 2018.

En lo que respecta a los cultivos de la campaña gruesa, el decreto unifica las alícuotas del complejo soja en 28,3%2, eliminando el diferencial que favorecía la molienda local, y llevando la alícuota a 10,3% para los cultivos Trigo, Maíz, Sorgo y Girasol. Con respecto a la situación de agosto de este año, la nueva regulación implica un incremento de 2,3 puntos porcentuales (p.p) sobre la exportación de porotos, 5,3 p.p sobre la exportación de harina y aceite de soja y de 10,3 p.p. para el resto de los cultivos. En ese marco, en términos relativos el cultivo de soja fue el menos afectado por la nueva normativa, incentivando a los productores a volcarse por esta alternativa durante la campaña.

En el mercado a Término de Buenos Aires (MATba) los valores de la soja para la cosecha 2018/19 han caído en los últimos días como consecuencia de la guerra comercial y del nuevo esquema regulatorio. Sin embargo, si consideramos el promedio del futuro MATba a cosecha (mayo ´19) para los meses de precampaña (julio – septiembre) como un indicador del valor del poroto para el nuevo ciclo, este se ubica un 5% por encima de la cotización registrada para esta posición en igual período de la campaña anterior. La menor suba registrada en los precios de los insumos ofrece una perspectiva positiva para el cierre de los márgenes.

Al observar los márgenes de las principales zonas productivas del país, se puede corroborar que en promedio la soja superaría los márgenes obtenidos en la campaña pasada, y al menos igualaría los márgenes promedio para otros cultivos en la campaña vigente. Solamente sería superado por la opción trigo – soja de segunda, marcando un claro sesgo hacia la decisión de sembrar oleaginosa tanto de primera como de segunda.

Adicionalmente, la soja obtendría una tasa de retorno ampliamente superadora al resto de las opciones, debido al incremento de los márgenes y al menor requerimiento de inversión para cubrir los costos directos. Este factor resulta sumamente importante, si se tienen en cuenta la situación en la que arriban los productores en esta nueva campaña, después de una sequía que afectó fuertemente sus ingresos, y a las dificultades de financiamiento en relación a años anteriores.

Escenario Agronómico

El cultivo de soja jugará nuevamente un rol muy importante de cara a la campaña 2018/19, dado que podrá expandir su área sin limitar la expansión de superficie también prevista en otros cultivos de verano. Esto último será posible gracias a la reincorporación de más de 800.000 hectáreas, que a similar fecha del ciclo previo quedaban fuera de la rotación por encontrarse fuertemente afectadas por excesos hídricos.

La plasticidad del cultivo y los márgenes previstos de cara a este nuevo ciclo, permitirán que lotes con relieves bajos, anegados durante el ciclo previo, se reincorporen en la rotación de la mano de la soja. La mayor parte de dicha superficie se ubica en provincia de Buenos Aires, en donde la actual oferta hídrica apuntala el escenario de recuperación recién descripto, mientras que sectores de Córdoba y La Pampa deberán registrar nuevas lluvias para poder concretar las expectativas de reocupación.

Otro factor que se destacará durante esta nueva campaña será el récord de superficie de soja sembrada en lotes previamente ocupados por trigo y cebada. La buena condición hídrica registrada durante la ventana de siembra de ambos cereales de invierno apuntaló la expansión de sus respectivas áreas implantados y, en gran medida, se prevé que más de 5,5 millones de hectáreas de dicha superficie serán posteriormente ocupadas con soja de segunda. Este tipo de rotación mejora indicadores de eficiencia en el uso de recursos limitantes tales como suelo, agua, nutrientes y radiación, solar entre otros.

Escenario Climático

Las bajas probabilidad de transitar nuevamente un año climático seco, del tipo “La Niña”, brinda optimismo de cara a esta nueva campaña de soja. No obstante, la actual oferta hídrica no es suficiente para garantizar la siembra de la totalidad del área prevista. A la fecha se releva un importante desabastecimiento de humedad en extensas áreas del margen oeste de la región agrícola, ello debido a que los frentes de tormenta no aportaran volúmenes significativos de humedad sobre el NOA, NEA, Córdoba, San Luis y La Pampa, pero si lograron reabastecer con mayores milímetros de lluvias las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos.

Sin embargo, el actual escenario debería comenzar a revertirse a partir de principios de octubre, momento en el cual la influencia de un ciclo climático “Neutral Levemente Cálido” (70 % de probabilidad) o “El Niño Débil” (20 % de probabilidad) comenzaría a ejercer su influencia sobre nuestra región agrícola. De concretarse dichas perspectivas, la reposición de humedad llegaría a pocos días del inicio de la ventana de siembra de soja de primera, brindando fluidez a las labores de campo en las zonas primicias situadas sobre el centro de la región agrícola.

Si bien el escenario climático es alentador, habrá que analizar de cerca su evolución en cada una de las regiones bajo estudio, dado que también existe una baja probabilidad de volver a transitar un nuevo episodio de “La Niña” (10 % de probabilidad).