* Productores y acopiadores creen que es mejor eliminarlas; apoyo de la industria molinera.

El anuncio de la presidenta Cristina Kirchner de devolver las retenciones al trigo a los productores que siembren el cereal este año cosechó fuertes dudas y rechazos entre los asistentes al congreso «A todo trigo y cultivos de invierno», que empezó ayer y finaliza hoy en esta ciudad con la organización de la Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales. Cuando faltan pocos días para el comienzo de la siembra, en este encuentro, que cuenta con más de 1100 asistentes entre productores, asesores y representantes de empresas del sector, la falta de confianza sobre la medida del Gobierno es el denominador común. Incluso, se descree de la utilidad de la figura de un fideicomiso, cuyo control del dinero recaudado por retenciones estará a cargo de los exportadores y la industria molinera.

trigo

En cambio, aquí se escuchan voces de que antes que esta medida sería más efectiva una eliminación total de las retenciones al trigo, que paga una tasa de 23 por ciento. Eso es lo que pidió Roberto Riva, presidente de la Federación de Acopiadores. «Reconocemos y valoramos el esfuerzo fiscal en la presente situación de déficit (estimaciones privadas sostienen que el Estado dejará de recibir US$ 300 millones al reintegrar retenciones, mientras la Presidenta prevé US$ 500 millones)», expresó. Y añadió: «La mejor forma de asegurar que dicho esfuerzo llegue realmente a los productores e incentivar la siembra es eliminando lisa y llanamente las retenciones». Riva le apuntó al fideicomiso que se creará para recaudar la plata de las retenciones antes de su devolución a los productores. Opinó que no genera «credibilidad».

Gustavo López, consultor de Agritrend, proyectó que contra los 3,5 millones de hectáreas de la campaña pasada (para el Gobierno fueron 3,1 millones de hectáreas) el trigo podría saltar a 4 o 4,5 millones de hectáreas. El avance iría así del 15 a más del 20 por ciento. Sin embargo, consideró que el impacto del anuncio oficial «es marginal» en esa tendencia. Subrayó que «falta credibilidad» por otros planes fallidos, como el Trigo Plus de 2009, que prometía una baja de un punto en las retenciones por cada millón de toneladas por encima de los 13 millones de toneladas. López criticó la figura del fideicomiso. «No hay ninguna resolución de que se va a entregar en tiempo y en forma [el dinero recaudado]», afirmó. Explicó que la eventual devolución efectiva de los derechos de exportación no sería por el 23% de retenciones, que con exportaciones de 5,5 a 6 millones de toneladas recaudarían US$ 387 millones, sino por una tasa del 11,5%. Esto sería así al tener que devolverse la plata por el total de la producción (12 millones de toneladas, por ejemplo) y no sólo por lo exportado (los 5,5 a 6 millones).

De paso por el congreso, Luis Miguel Etchevehere, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), también reclamó la eliminación de las retenciones. «Si realmente se quiere incentivar la siembra de trigo, necesitamos que se eliminen las retenciones». Luego subrayó: «La creación de un fideicomiso que estará en manos de los mismos compradores que hoy realizan enormes descuentos al precio que recibe el productor por el trigo no nos resulta confiable».

La Sociedad Rural (SRA) y Confederaciones Rurales (CRA) reclamaron la eliminación definitiva del sistema de retenciones a la exportación de trigo, como mecanismo para incentivar la próxima siembra del cereal.

“¿Por qué directamente no le quitan las retenciones y los Roe al trigo?”, se preguntó el titular de la SRA, Luis Etchevehere, al participar en Mar del Plata del encuentro A todo Trigo. El Roe es un formulario que acompaña la exportación, pero los ruralistas dicen que su manejo permite a la Secretaría de Comercio Interior digitar quién vende y en qué cantidad.

También CRA insistió en que hay que “eliminar definitivamente el esquema de retenciones para incentivar de manera concreta y cierta la producción”.

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