Las retenciones han mostrado claramente que van en contramano con un círculo virtuoso de la producción, ya que lejos de promover un ambiente favorable para el crecimiento del sector agrícola, limita las hectáreas sembradas, ahoga a los productores con márgenes ínfimos o negativos y ponen en peligro la viabilidad de sus actividades y hasta el sostenimiento de sus tierras, señala en un comunicado Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
En el caso específico del trigo, el 12% que se deja el Estado en concepto de derechos de exportación estrangula de muerte la rentabilidad de los productores, ya que se suma a una cuenta vampiro de erogaciones que se chupa toda posibilidad de ganancia.
En esa larga lista de costos deben merituarse los gastos de comercialización, semillas, fitosanitarios, fertilizantes, labores, seguros, ellos sin contar el aspecto impositivo presente en todos los eslabones de la cadena. Juntos, sumados a las retenciones, definen un combo explosivo que provocaría una cosecha de quebranto y una consecuente caída en la inversión en tecnología y en la calidad de los cultivos, afectando no sólo a los agricultores, sino también repercutiendo en toda la cadena de valor.
En este análisis no puede obviarse el contexto nacional e internacional. En él deben sopesarse el bajo precio del trigo a nivel mundial, el alto costo de los fertilizantes y la relación de éste con el cultivo, los montos de arrendamiento, entre otros factores que hoy ensombrecen la campaña a punto de iniciarse.
Hoy, todos los estudios serios dan cuenta que, con rindes promedios, la próxima campaña de trigo dejaría a los productores con campo propio -y en el mejor de los casos- con saldos que sólo alcanzarían para cubrir los costos y, para aquellos que siembran en campo arrendado, los números serían definitivamente negativos.
Ante semejante panorama, resulta fundamental reconocer que las retenciones no sólo impactan negativamente en el sector agropecuario, sino que también obstaculizan el desarrollo económico y social de nuestras comunidades rurales. Al desincentivar la producción y la inversión, estas políticas están frenando el crecimiento económico y perpetuando la desigualdad en nuestro país.
Instamos a las autoridades a revisar urgentemente estas políticas y a trabajar en la implementación de medidas que promuevan un ambiente propicio para el desarrollo de la producción triguera, y donde, la eliminación de los derechos de exportación, debiera ser la primera de ellas, finaliza el comunicado de CRA.
- Con 540 mil toneladas exportadas en noviembre, la campaña de trigo 2023/24 cierra con 7,65 millones de toneladas
- La agro-exportación ingresó en noviembre U$S 1.999 Millones, y U$S 23.124.558.215.- durante 2024.
- Con fertilizadoras incorporadas, reducen pérdidas hasta en un 60%.
- Tras las lluvias, los cultivos de gruesa mantienen una buena condición.
- A falta de un mes para el cierre, el complejo trigo generó cerca de 2.600 millones de dólares en la campaña 2023/24.
- INTA: Maíz tardío, una pieza clave del sistema productivo.
- Región Núcleo: Con un 30% cosechado, el trigo supera expectativas con rindes que prometen.
- INTA desarrolló la primera variedad de un forraje ideal para ambientes semiáridos.
- Bolsa de Cereales: Se inicia la siembra de los primeros lotos de soja de segunda.
- La exportación de aceite y subproductos de girasol en máximos de 18 años.
- Frenética siembra de soja: En una semana se sembraron 1,6 M ha.
- Estudian el potencial del girasol perenne como alternativa forrajera.
- Las lluvias llegaron tarde para el trigo y se estima una producción de 18,8 Mt.
- Argentina es el tercer exportador neto de alimentos a nivel mundial.
- Mercado estancado: Con una abundante oferta y un consumo que permanece tibio, los precios de la hacienda no logran despegar.