La actividad económica en Argentina se encuentra en plena recuperación luego de la fuerte caída registrada en los primeros meses del año 2020, producto del estricto confinamiento que repercutió en una gran contracción económica en el conjunto de provincias argentinas.
Asimismo, es importante destacar que tal shock externo se produjo en un momento en el cual la actividad económica avanzaba con una retracción sostenida desde mediados de 2018, profundizando la caída durante el comienzo de la actual pandemia por Covid-19.
La situación en la provincia de Santa Fe difiere en cierta medida del estimador general a nivel país, debido a que dicha jurisdicción litoraleña no presentó una caída en la actividad tan pronunciada como el país en su conjunto.
Siguiendo el Indicador Sintético de la Actividad Económica (ISAE) de Santa Fe, en el mes de marzo se pudo sostener la actividad general, mientras que en el mes de abril se alcanzó la cota más baja en cuanto al nivel de actividad con una disminución interanual del 22% respecto al mismo mes del año 2019.
A partir de mayo, la actividad económica según el ISAE logró repuntar fuertemente hasta el mes de agosto. Mientras que en los dos meses subsiguientes, se observó un estancamiento en dicha recuperación con el valor del índice para el mes de octubre ubicándose un 3,6% por debajo del mismo mes del año previo.
Por otro lado, si se centra la mirada específicamente en el conjunto de actividades industriales llevadas a cabo en la provincia santafesina, el Índice Provincial de Actividad Industrial (IPAI), muestra de forma pormenorizada la evolución en el nivel de actividad de los bloques industriales de acuerdo a su rama de actividad y su afinidad en el proceso productivo, en base a las ventas declaradas por cada sector.
El año 2020 no comenzó con signos de un gran dinamismo en la actividad industrial, con el IPAI en el mes de enero ubicándose en el menor valor para dicho período desde el año 2005 y el segundo mes del año retornando a mínimos desde febrero del 2009.
De esta forma, con el comienzo del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), la facturación de las industrias se dificultó aún más y hasta el mes de agosto – último dato disponible – el IPAI no ha podido recuperar los niveles alcanzados años anteriores.
En este sentido el octavo mes de 2020 muestra una caída del 10% interanual y con el valor del índice en un mínimo desde el año 2005 para tal período.
No obstante, el desempeño de todos los sectores no ha sido el mismo durante la pandemia. Si bien la agroindustria ha presentado algunos altibajos en ciertos sub-sectores como el de “aceites y grasas de origen vegetal” durante el año 2020, tal sector en general fue un sostén importante de la actividad industrial santafesina a pesar del magro desempeño que se evidencia hasta -al menos- el mes de agosto.
En este sentido, si se pondera la participación de la actividad agroindustrial en el IPAI, en abril de 2020 representó casi el 80% de la industria en general, lo cual implica un récord desde el comienzo de la serie analizada.
Tal fenómeno se explica por sub-sectores como el “lácteo”, “alimentos y bebidas” y “maquinaria agrícola” que presentaron un mayor nivel de actividad en general y debido a que la producción de “aceites y grasas de origen vegetal” no cayó en la magnitud que lo hicieron otros sectores industriales.
Asimismo, en el mes de agosto la agroindustria representó el 65,39% del índice de actividad industrial, siendo el guarismo más alto para dicho mes desde el comienzo de la serie en 2004.
Luego, en cuanto al consumo eléctrico de los Grandes Usuarios Mayores (GUMAS) se tienen datos actualizados hasta diciembre, permitiendo evaluar el consumo de energía de los grandes comercios e industrias para todo el año 2020.
En dicho año, el consumo de los GUMAS en Santa Fe alcanzó los 2.049.116 MWh, indicando una caída interanual del 15,4% y el valor más bajo desde al menos el año 2017.
En cuanto a los distintos tipos de actividad, el consumo en el sector comercio presentó la caída más pronunciada del 23%, seguida por el sector industrial con el 18% y por último, la agroindustria con una merma del 11% respectivamente.
De esta forma, a pesar de que el conjunto de grandes sectores presentaron caídas en el consumo energético – indicador clave de actividad – la agroindustria presentó la menor caída relativa lo cual le redundó en una mayor participación respecto al total con el 43% del total de suministro. A su vez, tal porcentaje indica una suba por segundo año consecutivo y el valor más alto desde al menos 2017.
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