Las exportaciones argentinas del complejo trigo superaron los US$ 2.730 millones en el 2018/19, afianzándose como el valor en U$S más alto en los últimos 7 años, aunque no en lo relativo a volumen físico, informó la Bolsa de Comercio de Rosario.
La campaña de trigo 2018/19, concluida en noviembre último, dejó un saldo más que positivo en lo que respecta a las exportaciones del cereal y permitió un importante ingreso de divisas al país. Éste es un recurso de vital importancia para hacer frente a las obligaciones externas y para poder financiar las compras de bienes y servicios que la Argentina realiza desde otros países.
Del análisis de los datos de comercio exterior proporcionados por el INDEC, surge que la Argentina exportó en la campaña 2018/19 cerca de 11,3 millones de toneladas de trigo, lo que permitió un ingreso de divisas de 2.490 millones de dólares, el monto más elevado en los últimos 7 años.
Este importante influjo de dólares estadounidenses tiene que ver con una mejora en los precios de exportación (precios FOB), ya que la cantidad exportada en el ciclo 2018/19 fue inferior a la de las dos campañas anteriores (11,9 Mt en 2017/18 y 12,8 Mt en 2016/17). En efecto, el precio de exportación en la campaña recientemente finalizada promedió USD 220 /t, superando a los 201 y 180 dólares por toneladas de los dos períodos anteriores.
Sin embargo, los precios de la 2018/19 todavía estuvieron muy por debajo de los que tuvieron lugar en los ciclos 2012/13, 2013/14 y 2014/15, cuando se habían promediado 302, 333 y 242 USD/t, respectivamente. En este caso, el hecho de que el monto exportado en la 2018/19 supere ampliamente al de dichas campañas, se explica principalmente por la mayor cantidad de trigo producido, el cual supera ampliamente los requerimientos de consumo doméstico.
En síntesis, el buen desempeño exportador del ciclo 2018/19 tiene que ver tanto con un efecto arrastre de políticas acertadas que se tomaron durante los últimos años, que incentivaron a los productores a aumentar el área destinada a la siembra de trigo y a embarcar el excedente que no se consume internamente, como así también con mejores precios en el frente externo. En el último año, dichos precios respondieron en gran medida a la sequía que azota las costas australianas (el competidor por excelencia del Hemisferio Sur), cuya producción triguera sería la más baja en 12 años.
En cuanto a los destinos de nuestras exportaciones de trigo, en la campaña 2018/19 no se cuenta con tanta información como en períodos anteriores, ya que se desconoce el paradero de más de dos millones de toneladas del cereal por ser catalogado como confidencial en la base de datos del INDEC. Hecha esta salvedad, se procederá a mencionar a los principales compradores de trigo argentino, en base a la información disponible.
Como de costumbre, la mayor parte de los granos de trigo embarcados en los puertos argentinos fueron dirigidos a Brasil en la campaña 2018/19, totalizando un volumen de 5,2 millones de toneladas, es decir, el 46% del total exportado. El país vecino importó unas 575 mil t menos que en el ciclo pasado, cuando había representado casi el 49% del total. En segundo lugar, con un 17% de las compras totales, se encuentra Indonesia, que aumentó notablemente sus adquisiciones en términos interanuales, pasando de 678 mil t en la campaña 2017/18 hasta llegar a las 1,9 millones de toneladas en el ciclo que acaba de finalizar. El tercer, cuarto y quinto lugar fue para Argelia, Chile y Nigeria, que en conjunto compraron 969 mil toneladas. Es destacable la merma en las adquisiciones de trigo de parte de Argelia, que habían sido de 1,4 Mt en el período 2017/18 y disminuyeron hasta las 359 mil t en 2018/19. Sin embargo, hay que tener en consideración que las 2 Mt de las cuales se desconoce el paradero podrían modificar sustancialmente los tonelajes mencionados. La siguiente tabla brinda información más detallada sobre los destinos del trigo nacional.
Los rumbos del trigo argentino han logrado diversificarse en los últimos años. Resulta ilustrativo comparar un mapa de los destinos de exportación en la campaña 2014/15 con otro de la 2018/19. En el segundo caso, el mapa se confecciona en base a datos de la agencia marítima NABSA S.A., para tener mayor certeza sobre los destinos que fueron catalogados como confidenciales por el INDEC. Se puede observar cómo los embarques han logrado llegar a una mayor cantidad de puertos, ganando preponderancia la participación del Norte de África, África Subsahariana y del Sudeste Asiático.
Este mayor abanico de destinos permite minimizar los riesgos asociados a la existencia de una gran concentración en el mercado externo para Argentina, que deja a las exportaciones vulnerables ante un eventual desajuste macroeconómico o político en los principales compradores. Entre las campañas mencionadas, la participación de Brasil en el total descendió del 85% al 45% (según los datos de NABSA), mientras que la proporción de otros países de Latinoamérica disminuyó de un 9% a un 7%; la contraparte fue un aumento en la participación de África Subsahariana, que pasó del 4% al 10%, del Norte de África, que pasó de un 0% a un 6%, y principalmente del Sudeste Asiático, que ascendió de un 2% a un 23%. Cabe mencionar que también en los datos de NABSA hay destinos no especificados, que en el caso del trigo 2018/19 totalizan 866 mil toneladas.
También la harina de trigo mostró un buen dinamismo en el frente externo, tanto en el volumen exportado como en el ingreso de dólares frescos habilitados por estos despachos. En la campaña 2018/19, Argentina exportó 630.579 toneladas de harina de trigo, mientras que a precios FOB estos embarques fueron vendidos, en total, a USD 210.845.390, el mayor monto desde la campaña 2011/12.
En cuanto a los destinos, se observa que el mercado de harina presenta un mayor nivel de concentración que el de los granos de trigo. Brasil y Bolivia, en conjunto, representaron el 95,8% de las exportaciones argentinas de harina de trigo en la campaña 2018/19, recibiendo entre ambos 604 mil toneladas. Los otros tres países que recibieron harina argentina –considerando sólo los destinos informados por el INDEC– fueron Chile, Uruguay y Venezuela, que en conjunto acapararon casi 20 mil toneladas. Por último, cabe mencionar que dentro de la base de datos del INDEC, hay 6.317 toneladas de harina de trigo cuyo destino ha sido catalogado como confidencial.
En conclusión, es posible afirmar que la campaña 2018/19 resultó más que satisfactoria en el frente externo, totalizando el complejo trigo exportaciones por poco más de USD 2.700 millones de dólares, el monto más alto en los últimos 7 años. Esto surge de considerar las exportaciones de grano (trigo, morcajo y trigo duro) y de harina. Si se incorporan los subproductos de trigo (almidón; grañones y sémola; moyuelo; salvados y residuos de trigo), las exportaciones del complejo ascienden a USD 2.730 millones, una suma más que considerable. Este logro tuvo una influencia positiva por el reciente aumento de los precios internacionales, pero resultaron determinantes las políticas tomadas en los últimos años que quitaron presión al sector, como la eliminación de requisitos para los ROE, que restringían cuantitativamente las exportaciones de trigo, y la quita de los derechos de exportación que tuvo lugar desde fines de 2015 hasta que fueron restablecidos en el año 2018.
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