Carnes

A pesar de los precios, el consumo per cápita cayó a 59 kilos por habitante por año, el cuarto más bajo desde 2002. El salario subió más que la carne en el último año.

Los precios de la hacienda en pie cayeron en abril y los de los cortes de carne volvieron a crecer por debajo de la inflación que miden los privados. Pese a tal situación, el consumo per cápita sigue cayendo, movimiento que genera preocupación en la industria de la carne.

En términos históricos, la carne aún tiene margen para aumentar.

SRA