El fenómeno climático conocido como La Niña, basado en la combinación de altas temperaturas y escasas precipitaciones, está instalado en el país y podría generar pérdidas en los rendimientos de soja y maíz, los principales cultivos de la Argentina.
Si bien el campo recibió buenas lluvias durante octubre y la primera mitad de noviembre, las precipitaciones mermarían hasta la mitad de enero, situación que podría perjudicar a los cultivos.

Hasta el momento los analistas no pueden dar números concretos de las pérdidas que ocasionaría La Niña, debido a que las campañas de soja y maíz aún se están desarrollando.

“El verano comenzará con precipitaciones escasas en la mayor parte del área agrícola, lo que aumentará el riesgo para los cultivos de soja y maíz, que no tendrán una cosecha récord”, señaló en su perspectiva agroclimática el especialista Eduardo Sierra.

En años con el fenómeno meteorológico La Niña, es habitual que diciembre sea un mes seco, al igual que la primera quincena de enero. Esta situación va “a producir una disminución de rendimientos, porque todavía estamos al principio de los cultivos y sería un problema si dejara de llover varios días seguidos”.

En la zona núcleo “no se espera una cosecha récord porque disminuirán los rindes. Habrá una cosecha de orden moderado, en definitiva buena”, concluyó Sierra.

Ayer la Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que la siembra de soja alcanzó un 72,9% de la superficie prevista, de 18,8 millones de hectáreas para la actual campaña. La región central del país registra los mayores avances, concentrados en un área que incluye el centro-norte y sur de Córdoba, centro-norte de Santa Fe, norte y centro-este de Entre Ríos.

Los suelos empiezan a mostrar cierta heterogeneidad en cuanto a la disponibilidad hídrica, como consecuencia de la interrupción de lluvias que hasta hace quince días reabastecían los perfiles en forma semanal, con precipitaciones que se extendían en grandes áreas.

“Sólo las temperaturas frescas lograron atenuar la demanda hídrica del suelo, a pesar de lo cual comienzan a relevarse los primeros indicios de sequía en sectores del norte de Santa Fe, norte de Buenos Aires y el centro de Entre Ríos”, alertó la Bolsa. Esta condición “podría agravarse en los próximos días, dado que no se prevén lluvias que mejoran la oferta hídrica en dichas regiones”, aseguró.

Con respecto al trigo la entidad elevó en 600 mil toneladas su pronóstico de producción de la actual campaña, hasta 13,6 millones, aunque supeditó el nuevo cálculo a que la cosecha “siga con normalidad, particularmente en las zonas trigueras del sur”.

SRA