La Anemia Infecciosa Equina (AIE) ocasiona el retiro de animales del circuito de competencia. Con esta nueva herramienta de diagnóstico, su identificación es más económica y eficiente.

El INTA desarrolló un kit para detectar la Anemia Infecciosa Equina (AIE), una enfermedad viral que ocasiona importantes pérdidas económicas relacionadas con la disminución de las capacidades físicas del animal. Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones son las provincias más afectadas.

Se trata de una afección que se caracteriza por un decaimiento general del equino –anemia y debilidad, entre otros factores– que ocasiona su retiro del circuito de competencia para el cual fue considerado. Es una enfermedad no contagiosa pero transmisible por la picadura del tábano (Stomoxys calcitrans) o de insectos que llevan el virus como la mosca de mula o la mosca borriquera.

El kit rp26 IDGA INCUINTA AIE, que fue desarrollado, validado y comercializado por el INTA, es 100% confiable y más económico que el resto de los importados que se encuentran en el mercado.
“Lo interesante de este desarrollo es que logramos, con nuestras herramientas, hacer un kit igual o más eficiente que el comercial importado”, destacó el responsable de la plataforma técnico-organizativa para el desarrollo de proyectos tecnológicos del INTA (INCUINTA), Andrés Wigdorovitz, quien recalcó que desde su comercialización en julio de este año tuvo “muy buena aceptación entre los laboratorios acreditados”.

Aprendizaje a futuro

Además, este producto no se desarrolló únicamente para detectar la enfermedad sino también a modo de prueba para futuras transferencias tecnológicas.

Según Wigdorovitz: “Aprendimos mucho de otras cosas que permiten plantear cómo usar la investigación y el desarrollo que nosotros realizamos para seguir transfiriéndolos a la gente y demostramos que somos capaces de  cubrir el ciclo completo desde la investigación y el desarrollo hasta la instalación del producto en el mercado”.

Anteriormente los kits de inmunodifusión en gel de agar (IDGA) que se comercializaban en el país estaban basados en antígenos preparados a partir de bazos de animales infectados o de cultivos de células persistentemente infectadas, lo que implicaba una gran complicación en la producción de  antígeno de buena calidad.

En este caso, el desarrollo de la investigadora responsable de la creación del kit, Irene Álvarez del Instituto de Virología del INTA Castelar, utilizó como antígeno la proteína p26 de la capside del virus de la anemia infecciosa equina (VAIE) obtenida en forma recombinante.

“El kit posee dos componentes: la proteína y el reactivo que la reconoce. Una vez que se pone la p26 en el gel y suero de un caballo enfermo, los reactivos migran y se puede visualizar una banda de identidad”, explicó destacó el responsable de la plataforma técnico-organizativa.

De esta forma, el laboratorio responsable de la identificación de la enfermedad puede conocer el resultado entre las 24 y las 48 horas de realizado el cultivo con un 100 por ciento de eficacia.

Kit sin trabas

Debido a que la AIE es una enfermedad que afecta a un gran número de animales en el país todo animal infectado debe ser declarado a la autoridad sanitaria antes de ser trasladado.

No obstante, en el país existen tres kits diagnóstico de AIE: dos importados y uno nacional producido por el INTA que carece de posibles trabas aduaneras.

“Si alguna partida se trababa en la aduana, se frenaba el diagnóstico y el movimiento de los caballos. De esta manera, con el kit rp26 IDGA INCUINTA AIE, nos aseguramos que siempre que haya que hacer un traslado de animales haya stock”, destacó el responsable de INCUINTA.

Para la creación de esta herramienta de diagnóstico, se tuvieron en cuenta las recomendaciones de dos organismos de referencia internacionales como la Organización Internacional de Epizootias (OIE) y el Comité Internacional de Armonizaciones (ICH, por sus siglas en inglés), y su uso fue autorizado por el SENASA.

Con la creación y comercialización de este kit como leading case a tomar en cuenta, INCUINTA se centrará en otras actividades de transferencia. “Lo que estamos generando ahora son los insumos para hacer kits como para tener todas las herramientas para diagnosticas otras enfermedades”, indicó Wigdorovitz.

En este sentido, de acuerdo a la OIE, para la exportación de equinos desde países enzoóticos hacia países libres, se necesita una certificación oficial de que el animal no es portador.

Según un informe de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA, “no hay tratamiento o vacuna preventiva disponible” y, entre los signos clínicos que se presentan, se encuentran episodios de fiebre recurrente, letargia, inapetencia y trombocitopenia.

La Argentina es el sexto exportador mundial de caballos de pura sangre para carrera y en el 2003 se exportaron 3.300 equinos de polo por valor de 100 millones de dólares.

INTA