Girasol

Las primeras estimaciones para este cultivo revierten la tendencia alcista de las últimas campañas, al proyectar una disminución del 10%, pasando de 744.000 a 670.000 has, para el presente ciclo. La principal causa serían la importante caída interanual del precio (-30%), generando resultados económicos más ajustados. Es de destacar la estabilidad de los rendimientos del girasol, aún en campañas adversas como la 2022/23.

En la zona norte se espera una caída interanual del 15%, totalizando 138.000 has. Parte de esta superficie sería reemplazada por el cultivo de maní cuyo retorno económico es muy atractivo para el productor de la región.

La zona centro presentaría una disminución del 10%, alcanzando las 455.000 has. La siembra comenzaría en los próximos días dependiendo de las futuras precipitaciones, y su reemplazo sería por el cultivo de soja.
La zona sur se estima una leve disminución del 1%, esperando implantarse 75.000 has. Este cultivo sigue siendo una opción para los productores por los menores costos con respecto a las otras zonas.

Maíz

Se estima que el área ocupada por el cereal aumentaría un 2%, continuando la tendencia alcista de las últimas campañas al pasar de 1.569.000 a 1.600.000 has. Pese a los altos costos del cultivo, el maíz continúa siendo una opción para los productores de la región por su versatilidad en planteos mixtos.

La zona norte aumentaría 2% a la superficie destinada para el cultivo de maíz, resultando en 682.000 has. La siembra temprana se inició en algunos de los partidos/departamentos y por la escasez de precipitaciones al inicio de la primavera se están utilizando bajas densidades. Por la limitada recarga del perfil, gran parte de los lotes de maíces tempranos pasaría a tardíos, llegando a una proporción de 30/70.

En la zona centro se mantendría la superficie, proyectando un total de 750.000 has. En el este de La Pampa y oeste de Buenos Aires, la siembra todavía no inició debido a que predominan los maíces tardíos.

En la zona sur se mantiene la tendencia creciente en la superficie con un incremento del 7% que resultaría en 160.000 has totales. La adopción de tecnología (siembra directa y baja densidad) sumado a la aptitud doble propósito en una región agrícola-ganadera, otorga ventaja frente a sus competidores de verano.

Soja

La oleaginosa revierte la tendencia bajista de los últimos años estimando para esta campaña un incremento de la superficie del 4% que resultaría en 2.563.000 has. El principal motivo es el bajo costo de implantación de este cultivo ante un escenario político-económico incierto.

La zona norte presentaría un aumento del 5% con un total de 1.385.000 has esperadas para la próxima campaña, captaría además las hectáreas de maíz y girasol que no se están pudiendo sembrar por la falta de agua.

En la zona centro se estima un aumento del 4% con una superficie total de 1.158.000 has, que absorbería parte del área liberada por el girasol. La zona sur se mantendría la superficie implantada con solamente 32.000 has, en aquellas áreas con aptitud agroclimática para el desarrollo de la oleaginosa.

Condición de los Cultivos de Fina

Los cultivos de fina se encuentran en condición regular a muy buena según la zona, transitando el estado de macollaje, encañazón y comenzando espigazón.

Las escasas precipitaciones en el norte de las provincias de La Pampa y Buenos Aires, condicionan los cultivos de invierno próximos a comenzar la determinante etapa de formación de granos.

En el sudoeste y centro de la provincia de Buenos Aires, los cereales de invierno se encuentran en buena condición en general, con acotada humedad en el perfil según la zona.

Los lotes del sudeste de la provincia de Buenos Aires mantienen una buena a muy buena condición debido a los milimetrajes recibidos durante el mes de septiembre. Se observa manchas fúngicas en algunos cultivos, se recomienda realizar los monitoreos y controles correspondientes.

Clima y Pronósticos

Los datos relevados en el mes de septiembre por la Red de Estaciones Meteorológicas (REM) de la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca contabilizaron un promedio de 25 mm (-46% respecto al promedio de los últimos 7 años).

Las precipitaciones al 5 de octubre logran mantener la buena condición de los cultivos a la espera de mayores milimetrajes.