Tras los excesos hídricos que paralizaron la cosecha argentina de soja durante abril, el relevamiento de las pérdidas constituye un trabajo artesanal en la medida que las condiciones de los campos y de los caminos rurales posibilitan el acceso a las zonas anegadas. En esa tarea, desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) se difundió un trabajo elaborado por Julio Calzada y por Sofía Corina en el que se calculan las pérdidas económicas generadas por la merma productiva en la provincia de Santa Fe, «la más golpeada del país por el fenómeno climático».

soja

El trabajo detalla que si se suman la pérdida por la caída del rinde en centro-sur santafesino, estimada por la Guía Estratégica para el Agro de la BCR en 876.536 toneladas, a las mermas en el centro norte santafesino, que según la Bolsa de Comercio de Santa Fe y el Ministerio de la Producción rondan los 1,5 millones de toneladas, «las pérdidas totales por caída en los rendimientos en la provincia ascenderían a 2.376.000 toneladas. Si valorizamos esa menor producción aplicando el precio de exportación del poroto de soja en los puertos de la zona de Rosario, de US$ 383 por tonelada, arribamos a la conclusión de que -estimativamente- Santa Fe estaría perdiendo por menores exportaciones cerca de 910 millones de dólares».

En el informe se añade que si a esa pérdida de producción de soja santafesina se la multiplica por el precio de pizarra que informó la Cámara Arbitral de Cereales de la BCR el jueves pasado, de $ 3610 por tonelada, «los productores agropecuarios santafesinos dejarían de percibir ingresos brutos por cerca de 601 millones de dólares. Es plata que se esfumó de los bolsillos de los hombres de campo de la provincia en apenas 20 días de lluvia».

Para los autores del trabajo de la BCR, la pérdida económica resulta «increíble e impactante» y los perdidos serán fondos que «faltarán para aceitar la cadena de pagos en el nivel provincial», una situación que «afectará fuertemente a proveedores de insumos, de maquinaria agrícola, contratistas, entre otros; pero también al propio Estado Nacional, al Provincial y al Municipal, vía impuestos. Ni que hablar del impacto en las economías de los pueblos y de las ciudades santafesinas».

La Nación/Bolsa Cereales