El sector lechero se encuentra en un momento de incertidumbre, por un lado se ve que el nuevo gobierno tomó el tema y lo puso en el centro de la agenda para encontrar una solución, pero también sabe que hoy por hoy, el tambo tiene los números rojos.

Vacas Lecheras

El “Acuerdo Lechero”, firmado hace unas semanas por Mauricio Macri en Venado Tuerto, deja en claro que se sigue con un esquema similar al que estuvo vigente durante la anterior administración (el subsidio de 40 centavos por litro de leche), sumado al otorgamiento de créditos a capital de trabajo con tasas subsidiadas y en tercer lugar, un paulatino mejoramiento en el precio pagado a la producción por parte de la industria.

Ante este panorama, los productores igual no bajan los brazos y son optimistas con estas medidas adoptadas por la nueva gestión.

Marcos Severin, productor tambero de la provincia de Santa Fe, explicó que “todavía no están articuladas las medidas de como se implementarian las ayudas financieras, básicamente yo te diría que no es suficiente. El productor esta produciendo, con una perdida de al menos un peso por litro producido. Un valor de “equilibrio” que cubre el costo de producción seria aproximadamente $3.60 muy lejano de los $2.45 que se cobra hoy. No obstante ello habria que tener contemplación con el nuevo gobierno, que parece estar consustanciado con el problema de la produccion lechera y esta participando en la mesa de negociación con muy buenos técnicos que conocen el día a día del productor lacteo”.

En su establecimiento “Santo Domingo”, ubicado en la localidad de Elisa, departamento de Las Colonias, Severin posee 270 hectáreas de las cuales 150 se destinan al tambo y
120 se destinan a la agricultura. Es un tambo de 240 vacas en ordeñe sobre un rodeo de 270 en total, con un crecimiento anual del rodeo de un 6%.

La producción es de 4.800 litros. Aproximadamente un promedio de 20 litros por vaca.

La base de la producción es pastoril con corte previo para un mejor aprovechamiento del recurso pasto, se suplementa con 6 kg de maíz y sales en la sala de ordeñe y rollos a discreción en los patios de comida.

“En los meses de invierno se suplementa con hasta 15 kg de silo de sorgo por vaca y por día, en forma de autoconsumo. Y al concentrado se le adiciona 2 kg de expeller de soja que le aporta la proteína que no tiene la pastura en ese periodo”, explicó el productor.

Para el manejo y confort animal, que es algo muy importante para evitar el estrés calórico, Severin todos los días, dos veces por día, acerca a la franja de pastura un tanque de 8.000 litros de agua fresca para que las vacas no tengan que desplazarse para tomar agua.

En este sentido, el productor subrayó que “el confort animal es importante, calidad, cantidad y accesibilidad al agua, callejones en buen estado con rabasto permanente, medias sombras espaciosas, sistema de pulverización de agua en el corral de espera”.

A la hora de comentar sobre el negocio y cómo basarlo para intentar hacerlo rentable y productivo, Severin remarcó que “el negocio se funda sobre 3 pilares que son la simplicidad de procesos, la flexibilidad y el mínimo costo, que es una resultante de los dos primeros”.

Por caso, Severin añadió que “es importante para la medición de la viabilidad, los litros libres por vaca (entre 13 y 15 litros por vaca) más que la medición tradicional de producción individual”. Y continuó: “Dichos litros son libres de alimentación y otros costos directos, en otras palabras, son los que quedan para pagar el resto de los costos (financieros, estructura, administración)”.

Y en referencia a otros esquemas tamberos, Severin expresó que “los de alta producción individual los respeto pero considero que aumentan la exposición al riesgo, porque son más demandantes de capital de trabajo y en momentos de incremento del costo financiero y caída del precio de la producción se pueden transformar en inviables rápidamente”.

Simplicidad y flexibilidad

A la hora de detallar sobre este punto, el productor remarcó que “se logra con procesos de alimentación basados en esquemas pastoriles, autoconsumo de silo y automatización en la distribución de concentrados en la sala de ordeñe”. El productor cuenta con un solo lote de ordeñe, detección de celo con parches, sumado a la crianza colectiva de terneros, en lugar del sistema tradicional de estaca.

Con respecto a la flexibilidad, Severin añadió que “el estacionamiento del servicio con inseminación artificial en cinco o seis ciclos de 25 días, comenzando el primero de junio y finalizando a fines de septiembre es fundamental para aprovechar eficientemente la mano de obra. A partir de octubre, se utiliza toro en el rodeo hasta fines de febrero, que repasa vacas con posibles abortos, reabsorciones embrionarias, partos fuera del período mencionado o vacas que no pudieron preñarse con inseminación artificial.

Este estacionamiento del servicio también estaciona los tactos, partos, crianza de terneros y recría”. “Por lo tanto, el personal puede pasar de una actividad a otra sin que se resienta el objetivo. Una misma persona, en distintas épocas del año, puede detectar celo e inseminar, cuidar el preparto, atender el parto y luego criar artificialmente a los terneros y cuidar la recría”.

Planteo agrícola

El campo no cuenta con los mejores ambientes para la producción, entonces hacer un relevamiento de los suelos fue importante para ver que se le destinaba a cada cultivo. En ambientes 4-5, realiza tres años de alfalfa, seguido con avena/silo de sorgo y luego maíz.

Mientras que en los ambientes 6-7, son dos años de pastura base alfalfa, saliendo con sorgo forrajero y avena. Lo que da una rotación de Alfalfa 70% – Cereales 30%. Con respecto a la fertilización, para las alfalfas se utiliza yeso, mediante dos aplicaciones de 200 kg/ha, cada una, dos veces al año.

Mientras que al maíz como arrancador a la siembra NPK 50 kg. Y a la quinta hoja UAN 110 litros por hectárea.

En relación a los rendimientos, se alcanzan promedios de 8.000 kg/ ha en las últimas tres campañas y el productor asegura que tiene mayor potencial de rendimiento los maíces de segunda, donde las lluvias son más seguras, abundantes y con buena dispersión. Los maíces de primera rinden en promedio 6.500 kg/ha. Por su parte, con el sorgo, el cual se lo pica para silo, logra entre 10 y 12 metros por hectárea, lo que representa 32.000 kg materia verde por hectárea.

Un nuevo nicho para diversificar

Marcos Severin, apostó por realizar una cabaña para diversificar el negocio y su producción. “Otro elemento que apoya y potencia el negocio de la producción de leche es la raza elegida llamada “Kiwi Cross”, la que, debido a las excelente adaptabilidad que demostró en esta región decidí apostar al desarrollo de una incipiente cabaña”, resalta el productor.

Severin explicó que “desde hace tres años venimos cambiando la raza de manera paulatina pero constante pasando de una Holstein con característica Americana, es decir, una vaca grande con un peso aproximado adulto de 680 kg por una vaca Jersey, Holando Neozelandés o la cruza de ambos que es el Kiwi Cross. Es una vaca que en su edad adulta pesa 560 – 600 kg”.

Por caso, el productor destacó que “las ventajas de esta última respecto de la primera es que es una vaca más estable durante toda su lactancia, si bien no expresa picos importantes de producción (26 – 28 litros) luego se estabiliza en los 18 litros hasta su secado”.

Además, entre otros beneficios que encuentra el productor es que requiere de menos alimento total para producir, tiene menos problemas sanitarios de pata o ubre y es mas estable en ambientes calurosos como suelen ser nuestros veranos. Y continuó: “Se logran mayores tasas de preñez, menos problemas al parto y su leche es mas rica en sólidos (proteínas y grasa), lo que en un sistema de liquidación única es una ventaja porque su precio puede ser mayor que una leche estándar”.

Por último, Severin recalcó que “el ternero es mas rústico y vivaz, su mortandad es menor en situaciones de igualdad, lo que lleva a alcanzar tasas de crecimiento del rodeo mayores”.

“Kiwi Cross”

En Nueva Zelanda, se estima que el 43% del ganado vacuno es de raza Kiwi Cross (cruce de vacas Holstein con Jersey), la cual tiene un alto rendimiento. Esta raza ha contribuido a que el 90% de la leche sea para la exportación, principalmente en leche en polvo.

El productor también empezó a apostar a la producción de su cabaña y, por este motivo, Severin está innovando en su planteo productivo.

“A partir del año pasado, y empujado por inconvenientes para conseguir toros Jersey o Kiwi Cross de calidad y con la edad justa para comenzar a dar servicio, decidí quedarme con una parte de la producción de machos para hacer toros, en principio para servir mi propio rodeo, pero viendo que la demanda de toros de esta raza es mayor que la oferta, decidí criar para comercializar como pieza. Es una actividad incipiente pero de un gran mercado al menos para los próximos 10 años”, sostuvo el productor.

De acuerdo a lo comentado por Severin, la idea es poder ir ampliando el negocio y apostar a la cabaña para poder empezar a comercializar y producir de manera más intensiva.

Lechería Latina