Las compras de soja nueva (2011/12) realizadas hasta el momento por la exportación suman 4,09 millones de toneladas contra 2,02 millones en la misma fecha de 2010, según datos oficiales.

A diferencia de lo que ocurre con el trigo y el maíz –donde la demanda actúa cartelizada–, en el caso de la soja sucede exactamente lo contrario. En las últimas dos campañas la extensión generalizada del uso del silobolsa ha permitido a los empresarios agrícolas retener partidas de soja el tiempo suficiente como para obligar a la demanda a competir activamente por la mercadería. Esa competencia se refleja, obviamente, en los precios: mientras que la capacidad teórica de pago de la industria aceitera en la zona de influencia de Rosario se ubica actualmente en 1.133 $/tonelada, ningún productor, por más pequeño que sea, acepta vender mercadería por menos de 1.200 $/tonelada en el disponible (y por partidas grandes los valores negociados están más cercanos a los 1.230 $/t pagados por AFA a sus socios).

En cuanto a la nueva cosecha, la soja Matba mayo 2012 cerró ayer en 289,3 u$s/tonelada, mientras que el FAS teórico de la exportación y de la industria para esa posición, según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario, se ubicó ayer en 271 y 263 u$s/tonelada, respectivamente. Para evitar la competencia en cosecha y post-cosecha, algunas compañías exportadoras de granos vienen realizando en las últimas semanas una política de compras anticipadas de soja con el propósito de operar sin sobresaltos en 2012. En lo que respecta a la campaña 2010/11, a la fecha, la exportación y la industria llevan compradas 40,0 millones de toneladas sobre una cosecha de 49,2 M/toneladas

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