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En el primer semestre de 2014 las importaciones de combustibles y energía requirieron 5956 millones de dólares contra exportaciones por 2758 millones, según datos oficiales difundidos por el Indec (que deben ser consumidos con moderación). Es decir que el saldo energético en enero-junio de este año experimentó un déficit histórico de 3198 millones de dólares (producto del desmantelamiento de la matriz energética registrado en la última década).

En el primer semestre de 2013 y 2012 el saldo energético había registrado un déficit de 2983 y 1427 millones de dólares respectivamente. O sea que en apenas dos años la cantidad de dólares necesarios para abastecernos normalmente de recursos energéticos aumentó más de un 120%.

El dato preocupante es que el campo argentino –que hasta el año pasado era el encargado de generar los dólares adicionales necesarios para pagar la cuenta energética– en lo que va de 2014 comenzó a mostrar señales de fatiga debido al combo integrado por la intervención comercial arbitraria + altísima presión tributaria.

En los primeros seis meses de este año –siempre según datos del Indec– el sector agroindustrial (incluyendo biodiesel) generó 22.932 millones de dólares versus 24.918 millones en 2012.

La noticia es que el mayor drenaje de agrodivisas se produjo en los sectores intervenidos por el gobierno nacional con el maíz a la cabeza (que registró en el primer semestre del año un pérdida de 2598 millones de dólares), seguido por el trigo (-324 M/u$s), sorgo (-278 M/u$s), cebada (-243 M/u$s) y el complejo girasolero (-177 M/u$s).