Con la entrega gratuita de leche en La Matanza, Córdoba y San Luis, los tamberos denunciaron ayer que cobran casi los mismos precios que el año pasado, con costos que treparon más de un 22%, y que están otra vez frente a un escenario de cierre de tambos.
«Con precios congelados, en el último año hay un proceso de cierre de tambos chicos y medianos en forma permanente. Las vacas de esos tambos van a remate y las compran tambos más grandes», señaló Hugo Luis Biolcati, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA). Biolcati estuvo ayer en la Escuela Cooperativa La Juanita, en La Matanza, junto a otros referentes de la Comisión de Enlace y tamberos, que regalaron en ese lugar 6000 litros de leche.

Julio Currás, vicepresidente primero de Federación Agraria (FAA), coincidió con Biolcati. «Nos llegan datos de las regiones [productoras] de que permanentemente se están cerrando tambos chicos», dijo. Vale recordar que, de acuerdo con la Comisión de Enlace, entre 2003 y 2009 ya cerraron 5000 tambos. Hasta ahora, la producción no se resintió porque las vacas son vendidas a establecimientos más grandes que siguen produciendo. De hecho, en lo que va del año la producción es casi 10% más alta que la del año pasado.

Currás dijo que los productores van a continuar con asambleas y protestas. Además, la Comisión de Enlace prevé regalar productos de otras actividades que están tan afectadas como la lechería. «La idea es hacerlo con otros productos, como cítricos», dijo Rubén Ferrero, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).

Según un informe de la Rural, los tamberos siguen percibiendo los mismos precios que a igual fecha del año pasado, con un promedio de $ 1,50 el litro. En tanto, sus costos para hacer un litro de leche aumentaron un 22% desde mayo de 2011, en promedio. Según ese trabajo, hoy producir un litro cuesta $ 1,85, por encima de lo que cobran. Por el contrario, los consumidores pagan entre 10 y 25% más caros los productos lácteos que hace un año. «El productor de leche recibe $ 1,50 por su litro de leche y el consumidor paga en la góndola entre 5 y 7 pesos. Tanto productores como consumidores son los más perjudicados», afirmó Ferrero.

Las industrias dicen que no pueden mejorar más el precio a los tamberos porque ellas también sufren costos en alza, como el personal. En un momento difícil para el sector, La Serenísima recientemente informó que correrá el pago de una parte de la producción. «Se cortó la cadena de pagos tras el anuncio de La Serenísima y se paró todo tipo de inversión», dijo Francisco García Nero, de la consultora MAB, de la zona de Trenque Lauquen.

SRA