Septiembre trajo varias novedades que ejercen influencia en los movimientos del mercado argentino de máquinas agrícolas. Una de las más importantes fue la aparición de lluvias que mejoraron el ánimo general de productores y contratistas.

Hubo recuperación en el estado del trigo sembrado y podrían surgir intenciones de hacer maíz temprano. “Cuando llueve, vuelven las consultas y las cotizaciones de máquinas”, resaltan desde un concesionario que representa a una marca internacional y tiene filiales en varias provincias.

En lo que resta de septiembre y el transcurso de octubre, será clave que las precipitaciones continúen para darle el envión definitivo a la siembra de granos gruesos.

Al mismo tiempo, el último reporte del USDA arrojó datos positivos para las cotizaciones de la soja y siguió marcando una relación stock/demanda muy ajustada que puede deparar incrementos si los pedidos sobre la oleaginosa se recalientan.

Si hay subas adicionales, tanto de la soja como del maíz, se fortalecerán las operaciones de Canje Cereal en la modalidad de posiciones a 2022.

Comicios

La tendencia es guardar los granos y buscar oportunidades en pesos, esperando que se resuelva el rumbo de la economía tras el resultado final de los comicios.

El resultado de las urnas también tonificó el ánimo general del sector agropecuario, aunque su efecto sobre la compra de máquinas agrícolas es relativo.

El tema central es cómo seguirá la macroeconomía y qué ocurrirá con el dólar, algo que tendrá respuesta definitiva después de las elecciones del 14 de noviembre.

¿Resultaría razonable hoy para un productor vender su mercadería al dólar oficial (menos las retenciones), cuando existe la posibilidad cierta de que a fin de año la divisa tenga un valor más alto?

En consecuencia, la actitud de sentarse sobre los granos y apurar la compra de insumos esenciales, permanecerá en los próximos 60 días.

Será un mercado de oportunidades, con los clientes buscando la mejor opción en pesos y en plazos para hacerse de equipos que se conviertan en refugios de valor.

Esta consigna vale para el mercado de máquinas nuevas y también se repite en los segmentos de equipos usados que se renuevan con tecnologías de última generación, como son los casos de sembradoras y fertilizadoras.