Trigo 2020/2021: la sequía extrema superó el efecto tecnológico

El año pasado hubo sequía, pero la tecnología le puso un piso a los rindes trigueros y se reflejó con una producción récord de 19,5M de ha. Este año la sequía fue más que el esfuerzo del productor. Empezó limitando la siembra, ya que se sembraron 240 mil ha menos que en el 2019. Pero se fertilizó más y mejor con niveles récords. Sin embargo, la producción 2020/21 será un 15% menor hace un año; es decir que habrá 3 Mt menos.

La nueva estimación de diciembre señala una nueva caída con 16,5 Mt. El guarismo tiene en cuenta 6,56 M ha sembradas con trigo y una pérdida de superficie de 600 mil ha. El rinde nacional pasa de 28,4 a 27,7 qq/ha, por lo que sería el segundo peor rinde nacional de los últimos 10 años. En el ciclo 2012/13, cuando el trigo se hacía con un paquete tecnológico que nada tiene que ver con el actual, el rinde fue de 27 qq/ha.

El 70% de avance de la cosecha evidencia los efectos de una sequía extrema: dominó por entero el ciclo triguero en casi toda la región pampeana excepto en Buenos Aires. El norte argentino junto a Córdoba y al sur y centro de Santa Fe comenzaron con menos reservas en los suelos por las menores lluvias en el otoño. Y todo siguió agravándose con un invierno y una primavera incluso más secos que el año pasado. En este 2020, tanto septiembre, como octubre y noviembre quedaron por debajo de sus respectivas medias pluviométricas.

Córdoba: el peor rinde triguero de los últimos 20 años

En Córdoba, hace un año, el 60% de la cosecha mostraba rindes muy dispares, pero aun así la provincia se encaminaba a una producción de 4 Mt y un rinde de 27,2 qq/ha. Hoy las cosechadoras muestran las peores marcas de las últimas dos décadas. Esta vez se trilló mucho más rápido —ya se levantó casi el 90%— pero los rindes son casi la mitad: 15,2 qq/ha, marca que es incluso más baja que la del ciclo 2009/10 cuando se obtuvo los 15,6 quintales. La producción provincial caería un 62% respecto a hace un año.
En Santa Fe también se siente el contraste con el año pasado: con siembra récord había cosecha récord. En números eran 36 qq/ha y un volumen inédito de producción de 4 Mt. Esta vez Santa Fe muestra ya con la cosecha terminada un 58% menos de volumen. El rinde no es el peor de la década —21 qq/ha en la 2013/14— sino el que le sigue con 21,5 qq/ha.
En Buenos Aires se espera el paso de las cosechadoras para definir los rindes finales del corazón triguero del sudeste y el centro provincial, tal vez con mejores cifras. Sí hubo pequeños ajustes positivos en el norte que ayudan a contener, junto con los números de Entre Ríos, la producción de esta campaña.

Más área sembrada triguera detectada con satélites

Hace quince días se publicó en GEA la primera parte de este trabajo. Se mostró que en los departamentos del centro sur de Santa Fe: Belgrano, San Martín, San Jerónimo e Iriondo se sembraron 60 mil ha menos de trigo que las estimadas. El trabajo ha seguido por el departamento de General López, trabajo que se publicará mañana en detalle, cuyo resultado muestra una compensación con más área triguera. También el SIBER de la bolsa de Entre Ríos actualizó sus cifras con el procesamiento de imágenes satelitales, sumando 60.000 ha a sus estimaciones.

Soja: tras las lluvias, la siembra repuntó pero necesita de nuevas tormentas
La siembra sigue acechada por la falta de agua, y tras cada lluvia, tal como sucedió a fines de octubre y principios de diciembre, hay una carrera contrarreloj por aprovechar cada milímetro. En el fin de semana pasado, 12 y 13 de diciembre, un nuevo pulso de agua relanzó la siembra de soja de segunda en estos días. La zona favorecida fue el norte y centro este del país. Se ha logró sembrar más de 11 M de ha, un 65% de las 17,3 M de ha intencionadas para este ciclo 2020/21. El retraso respecto al año pasado es de un 3%, año que también fue problematizado por la falta de agua a la siembra. La última tanda sembrada muestra emergencias desparejas. En la semana pasada hubo intensas jornadas de estrés térmico que se suma a los efectos de la escasez de agua. Los cuadros que no recibieron ningún milímetro empiezan muestran un pobre desarrollo y condiciones regulares tras las altas temperaturas y los intensos vientos que dominaron por completo las jornadas.

Se necesitan al menos 50 mm para no perder potencial en maíz
Se lleva sembrado el 67% de las 7,1 M de hectáreas intencionadas y ya se enciende la alarma en la campaña por la falta de agua. La sequía está desplegada sobre gran parte del centro del país, dónde los cuadros sembrados en septiembre están comenzando la floración. La situación empieza a parecerse a lo que sucedía el año pasado, situación que fue muy grave y se sorteó gracias a las importantes lluvias que aparecieron a finales del 2019.

En este momento, se necesitan al menos 50 mm para no perder potencial de rinde. Los maíces tempranos hasta hace 15 días atrás venían atrasados por frío y sequía y necesitan agua en el corto plazo. Lamentablemente, en el oeste de Córdoba, un 20% del área se observa en estado regular y ya habría pérdidas de potencial. Con estas condiciones climáticas es difícil seguir pensando en rindes normales que arrojaban una posible producción maicera de 48 Mt de volumen comercial.

La necesidad de lluvias es urgente en el corto plazo. Aiello comenta que “los modelos indican el regreso de lluvias un poco más generalizadas en el inicio de la segunda década del mes. Las mismas determinarán si se inicia una distribución más generalizada de las precipitaciones o si el anticiclón sigue ganando posiciones sobre el continente generando zonas más favorecidas por la oferta de agua”.