Caminos y Sabores

Miles de personas de distintas provincias recorrieron los distintos sectores de Caminos y Sabores Córdoba que finalizó el domingo pasado, con más de 200 expositores, y disfrutaron durante 4 días de los vínculos entre la gastronomía y lo artístico-cultural.

Calificar de histórica a la primera edición de esta muestra puede sonar tal vez pomposo, pero no es así para quienes pudieron disfrutarla. Pero el legado que dejó este encuentro entre productores y consumidores, con la historia, la tradición, el turismo, los festivales populares y la gastronomía, debería medirse tanto desde lo cuantitativo como desde lo cualitativo. Córdoba no sólo fue anfitriona, sino protagonista de un evento que haciendo realidad el slogan, fue una cita con la raíces de nuestra identidad.

Al cabo de cuatro días, el Predio Ferial cordobés mostró la diversidad alimentaria que nuestro amplísimo territorio nos brinda. Por eso Caminos y Sabores Córdoba fue el espacio ideal para reencontrarse con lo nuestro, autóctono, tan rico como el mejor manjar de la cocina gourmet. Y no sólo es una frase de ocasión. La premisa fue refrendada tanto por afamados cocineros internacionales como por jóvenes inquietos que hoy dan vida a la escena gastronómica regional.

Había que recorrer los tres pabellones del mercado, y tan sólo mirar y escuchar, para darse cuenta de que si un país como Francia, por ejemplo, tiene quesos y vinos mundialmente conocidos por un legado histórico, la Argentina, pues, por qué no decirlo, tiene entre otras ferias a Caminos y Sabores donde se agrega valor a los alimentos nacionales haciendo la fiesta y negocios al mismo tiempo, así de sencillo.

Símbolo distintivo

Algo que diferenció a Caminos y Sabores Córdoba de la edición nacional que se desarrolla anualmente en Buenos Aires fue el Seminario de Caminos Regionales y Turismo. Allí, el peruano Andrés Ugaz señaló que lo único que unía a todos los peruanos era la comida y que les llevó años darse cuenta de ello. En la apertura de la muestra el mandatario provincial José Manuel De la Sota había advertido que la “comida es símbolo de unión”, recordando que hasta en las casas más humildes siempre hay un plato para el amigo que llega sin avisar.

Así tal cual, Caminos y Sabores Córdoba fue el espacio de encuentro de un público ávido por reconsiderar lo propio y asomarse a las nuevas propuestas de productores. Como en cada casa, los diferentes pabellones mostraban elementos eslabonados, pero también los detalles que diferencian a los miembros de una familia. Y hasta un patio donde el fogón no se apaga hasta que el último invitado se retira.

Y hermanados, cada uno de los festivales tuvieron su espacio, desde los tradicionales como Cosquín, Colectividades de Alta Gracia o el de la Cerveza en Villa General Belgrano, como los que recién empiezan a surgir, tal es el caso del Encuentro de la Gallina hervida en Luyaba, Traslasierra.

Para que la fiesta fuera completa, el tiempo tenía que acompañar. Y así lo hizo. Por eso miles de turistas y vecinos recorrieron los diferentes stands degustando cada uno de los productos que con paciencia, dedicación y mucho amor aportaron los expositores. Desde los más reconocidos, como los exponentes de la industria del salame de Colonia Caroya y Oncativo, hasta el pequeño productor de especias de Catamarca.

Porque eso también tuvo Caminos y Sabores Córdoba: la posibilidad de unir los sabores y aromas de diferentes puntos del país, sobre todo de las provincias más cercanas, pero ninguna región se quedó sin representación, desde Cuyo a la Mesopotamia y desde la Patagonia hasta el Norte.

“Caminos y Sabores es la prepotencia de trabajo, la coronación de un sueño que demandó años de esfuerzo”, indicó el presidente de la Agencia Córdoba Turismo, Gustavo Santos. “Hoy más que nunca, el contacto con la cocina regional es fundamental para la construcción de un destino. La diversidad enriquece y nos hace grandes”, postuló. En similar sentido se expidió la directora de Caminos y Sabores, Claudia Bachur, al expresar su deseo de que “la semilla plantada en Córdoba se convierta en un bosque frondoso que lleve al posicionamiento de la comida regional argentina”.

Argentina dio un gran paso en materia gastronómica con Caminos y Sabores Córdoba. No es una mera expresión de deseo. Visitantes de diversas parte del mundo, mexicanos, peruanos, estadounidenses, chilenos, dominicanos y hasta algunos europeos reconocieron el esfuerzo.