La producción agrícola da signos de estancamiento. Según estimaciones de analistas privados, el área total sembrada con granos para la campaña 2013/14, que comenzó hace unas semanas con el maíz, caería 1%.

De 34,9 millones de hectáreas de la campaña pasada caería a 34,7 millones. Parece una baja insignificante, pero revela, respecto de ciclos anteriores, que hay un freno en la producción de granos, sector clave para los ingresos del país.

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«Desde el récord de dos años atrás, cuando se sembraron 35,6 millones de hectáreas, estamos retrocediendo o bien estancados en el área y en la producción», explicó Gustavo López, consultor de Agritrend.

La diferencia más significativa es la del maíz, que tendría una reducción de 7%, mientras que para lasoja se prevé un incremento de apenas 1%: pasaría de ocupar 19,5 millones de hectáreas a 19,6 millones.

Según técnicos de las entidades rurales, la intervención del Gobierno en los mercados de granos es el principal factor de la caída de la superficie.

Si no hay un cambio de tendencia significativo, con medidas de estímulo al campo, en 2020 el país sólo estaría en condiciones de alcanzar 120 millones de toneladas, una cifra bastante inferior a la estimación del Gobierno, que proyecta para ese año un volumen de cosecha de 157,5 millones de toneladas.

Según explica López, en el ciclo 2011/2012 se alcanzó el récord de siembra total con 35,6 millones de hectáreas. Si se lo compara con ese dato, él área de 34,7 millones de hectáreas para la campaña 2013/14 representa unas 900.000 hectáreas menos.

Para Alicia Urricariet, especialista de la Sociedad Rural Argentina (SRA), el «crecimiento de la producción está estancado» y lo que «mantiene la producción es la soja». Según Urricariet, para esta campaña hay condicionantes, como negocios de alquiler de campos que no se cerraron aún y regiones que siguen necesitando lluvias.
Brasil crece más

Mientras en la Argentina hay un estancamiento, en Brasil el área no para de crecer. En rigor, en el ciclo 2012/2013 llegó a 53,3 millones de hectáreas, eso es 3,5 millones de hectáreas más que en la campaña 2010/2011 o 2,5 millones de hectáreas más respecto de la 2011/2012.

Para Rey Kelly, el crecimiento de Brasil se explica por el hecho de que allí el productor recibe el precio internacional de los granos, sin retenciones. «Eso es fundamental, porque no sólo implica una menor presión impositiva, sino que no distorsiona los precios. Además, no tienen restricciones a las exportaciones. Y hay una política muy clara de financiamiento, con créditos por 64.000 millones de dólares por campaña», dijo.

Esa plata es casi equivalente a lo que aquí en la Argentina el campo aportó por retenciones desde 2002.

Cuando se analiza la producción total, en Brasil se observa que desde 2010 pasó de un volumen global de granos de 162,8 millones de toneladas a 187 millones de toneladas, unos 24 millones de toneladas más.

La intervención del Gobierno en los mercados de granos y la presión impositiva dan como resultado un estancamiento de la producción

SRA