El relevamiento de precios realizado por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) en más de 20 alimentos indica que la brecha entre el productor y lo que paga el consumidor en octubre promedia el 1.368 por ciento.

Como parte del ciclo «De la Tierra a la Mesa» que efectúa en forma mensual la entidad que dirige Rubén Ferrero, se demostró que «los productores no son formadores de precios, y poco inciden en el precio final de góndola y en la elevada inflación».

Así, del promedio de los 20 alimentos en Octubre, la materia prima incide sólo en el 16 por ciento de la formación de precios.

Los productos analizados son los que en su «gran mayoría» componen la «canasta básica alimenticia», como es el caso del pan francés que un kilo necesita sólo un peso en trigo y se vende a 12 pesos, con lo cual la brecha es de 1.100 por ciento, pero la materia prima incide nada más que en un 8 por ciento.

La docena de medialunas, de los 20 productos analizados, es el alimento con mayor brecha entre lo que recibe el productor, 0,25 pesos por el trigo necesario para fabricarlas y lo que paga el consumidor que es 21 pesos, con una incidencia del uno por ciento de la materia prima en el precio final.

«El ciclo De la Tierra a la Mesa que lleva adelante CRA desde Marzo pasado expone además que los precios que se le pagan a los productores por la materia prima sólo incide en un 16% en el precio final de los productos en las góndolas», expresó un comunicado de la entidad.

Además los ruralistas expresaron que «en frutas como la manzana, el durazno, la mandarina y la naranja la brecha de precios entre lo que percibe el productor y lo que paga el consumidor es de más de 450% superior, llegando en el caso de la mandarina a 1.025%».

«En hortalizas como la cebolla, el tomate y la lechuga la brecha de precios trepa hasta 698%», se dijo.

Mientras que «dentro de los productos lácteos, por el litro de leche, el productor tambero recibe en promedio 1,50 pesos mientras que en los supermercados el precio del litro sube hasta 5,60 pesos, es decir un 273% más».

Se constató que «en arroz la brecha es aún más amplia y crece hasta el 400%, ya que el productor arrocero recibe por kilo 1,46 pesos y el consumidor paga 7,5 pesos».

«En productos procesados, donde la materia prima precisa de instancias de elaboración más complejas, las brechas son aún más amplias», como es el caso de las medialunas.

Una «situación similar se da también con el tomate pelado en lata donde el productor recibe por el tomate necesario para una lata de 400 gramos, 0,18 pesos, y el consumidor paga 6,50 pesos», la brecha es de 3.511 por ciento.

Un kilo de suprema de pollo se vende en los supermercados a 32 pesos, mientras que el productor recibe 0,71 centavos, la diferencia es de 4.407 por ciento.

CRA