Las variantes para la implantación del maíz extienden la ventana de trabajo para las sembradoras y las obligan a hacer horas extras.

La modalidad que se ha convertido en la vedette es el maíz tardío que en la campaña 2021/22 alcanzará un récord histórico de 6,48 millones de hectáreas, según datos del Ministerio de Agricultura de la Nación.

Los buenos resultados económicos en la campaña pasada, sumados al buen desempeño del maíz a pesar de la falta de agua del verano pasado (en especial respecto a la soja), catapultan al maíz tardío.

Por lo tanto, las sembradoras recorrerán los campos en diciembre y enero, en la medida que la disponibilidad hídrica lo permita.

La tarea extendida se dará en el marco de un ciclo de gran protagonismo maicero porque la superficie total crecerá 7,6% y llegará a un tope de 10,1 millones, incluyendo el grano destinado a silaje.

Clima

Uno de los factores que amplía la temporada de trabajo de las sembradoras está relacionado con las condiciones climatológicas.

En el ciclo 2021/22 se da una situación similar a la de la campaña pasada en cuanto a incertidumbre sobre las lluvias por la prevalencia de La Niña.

“Teniendo en cuenta que en la campaña 2020/21 los maíces tardíos lograron rindes más consistentes que los tempranos, muchos de los productores han pospuesto las siembras”, indica en un informe la Bolsa de Comercio de Rosario.

“Esto ha desembocado en una mayor superficie sembrada con maíces del segmento tardío”, agrega la entidad.

“Los maíces tardíos tienen desplazado su momento crítico, más avanzado el verano”, define el especialista Carlos Di Bella (CONICET-FAUBA).

“Pensando en un verano más tardío, con situaciones más favorables en cuanto a demanda y a disponibilidad de agua y a temperaturas, creo que sería una muy buena decisión cultivar maíz tardío como alternativa a otras situaciones”, agrega.