Un equipo de investigadores del INTA y de la Universidad Nacional de Mar del Plata diseñó un sistema de gestión para el manejo de la sanidad del cultivo basado en el uso de información y conocimiento.

papa

Producida en más de 100 países, el cultivo de papas incrementa la presión de plagas y enfermedades, lo que a habitualmente deriva en el uso intensivo de fitosanitarios. Para evitar aplicaciones innecesarias, un equipo de especialistas de la Unidad Integrada Balcarce del INTA y la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Mar del Plata diseñó una herramienta que ayuda a la toma de decisiones. Se trata de SGC Calidad Papa, un sistema de gestión de calidad para mantener la sanidad del cultivo de papa, que fue puesto a prueba en campos con altos niveles de producción.

Gladys Clemente, docente de Fitopatología de la FCA-UNMdP e investigadora de la Unidad Integrada Balcarce, señaló: “Habitualmente, el productor usa como herramienta para el manejo de enfermedades, las aplicaciones de fungicidas por esquemas de calendario preestablecidos”.

La papa es un cultivo intensivo que “se realiza en grandes superficies y requiere la aplicación intensa de fitosanitarios, a fin de evitar el desarrollo de enfermedades que pueden causar importantes pérdidas, como los tizones de la papa”, explicó Clemente.

“La toma de decisiones, ajustada a las necesidades reales de intervención, reduce costos de producción de papa por menor número de aplicaciones de fungicidas, protege la salud del ambiente y asegura la obtención de alimentos inocuos”, argumentó Clemente.

Según la FAO, la papa es el tercer cultivo alimenticio, luego del arroz y del trigo. De hecho, en la Argentina ocupa un lugar destacado en la dieta de los habitantes, debido a que se consumen cerca de 60 kilos por persona al año.

De acuerdo con la especialista de la Unidad Integrada Balcarce, el SGC Calidad Papa permitirá hacer un correcto manejo de las plagas y enfermedades que afectan al cultivo, en cualquier momento del ciclo. “Esta herramienta permite dirigir las decisiones de aplicación de fitosanitarios en función del conocimiento técnico-agronómico basado en el monitoreo permanente del cultivo, combinado con predicciones de riesgo y el diagnóstico de laboratorio”, señaló.

El sistema de gestión de calidad incluye, además del monitoreo en el campo y el diagnóstico de laboratorio, el registro de variables meteorológicas in situ para hacer cálculos de riesgo de enfermedad”, detalló Clemente y explicó: “Mediante el uso de una grafía muy clara, similar a la del semáforo, enviamos informes al productor o asesor que alertan sobre la posibilidad actual de desarrollo de enfermedades, con una predicción para los cinco días siguientes”.

Esta información se reporta a través de varios boletines semanales y ayuda a identificar el momento adecuado para realizar las aplicaciones. “Nuestro objetivo es poder brindar esta información también en otras regiones paperas del país”, indicó la especialista y agregó: “Para ello se trabaja en la conformación de redes de trabajo con profesionales de otras unidades del INTA y de facultades de Agronomía”.

Por su impacto, este proyecto recibió $ 35.000 en el marco del Premio Innovar en la categoría Investigación Aplicada. De la investigación, también participaron los especialistas Marcelo Atilio Huarte, María Cecilia Bedogni, Andrea Eugenia Salvalaggio, Marino Marcelo Puricelli, Sebastián Emilio Boracci y Verónica Elizabeth Crovo.

Recientemente, SGC Sanidad Papa fue presentado en el Hackaton Agro realizado en Tandil, el 3 y 4 de diciembre. Asimismo, el proyecto fue invitado a participar del Primer Simposio de Bioeconomía de la Región Centro Pampeana Sur, que se desarrollará en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.