Se reunió en Rosario la Comisión de Ganadería Bovina de la Federación Agraria. Señalaron: «En la coyuntura, al haber precios que se mantienen del kilo vivo y mayor oferta por la falta de expectativas de parte del productor, posiblemente sobre carne en el mercado interno. Así, la opinión pública puede llegar a tener la sensación ficticia de que ha mejorado en la actividad. Pero en realidad, esto será carne para hoy, hambre para mañana. Porque de profundizarse la liquidación de vientres, en el mediano plazo estaremos frente a una crisis ganadera nacional».
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La Comisión de Ganadería Vacuna de la Federación Agraria Argentina deliberó en Rosario este miércoles 26 de marzo, en la sede central de la entidad. Allí, sus integrantes analizaron la situación de la actividad ganadera y concluyeron: “Nos preocupa la falta de interés que vemos en el último tiempo en los remates y las ferias. Esto se da en todas las categorías, pero con mayor notoriedad en las que indican largo plazo, como la vaca preñada o las vaquillonas para servicio. Esta realidad, sumada al alarmante crecimiento en la faena de hembras, nos dan la pauta de la pérdida de expectativas, con la consecuente liquidación de stocks y caída del sector en el mediano plazo, si no se modifica la política aplicada”.

Luego, la Comisión de Ganadera Vacuna de FAA agregó: “Las únicas categorías que se están comercializando medianamente bien son las de engorde, con valores perjudiciales para los criadores. En esta misma línea, debemos analizar que a estos valores los están fijando los grandes feedlots, con el concepto de comprar barato al productor de cría y reasegurar su negocio final. Debemos recordar que al haberse mantenido estable en los últimos dos años el valor del kilo vivo, los niveles inflacionarios del país provocaron que en muy poco tiempo se haya perdido la rentabilidad que el productor habría recuperado en 2010”.

Durante el año 2012, en la Argentina crecieron los niveles de consumo de carne de cerdo y pollo, mientras que la carne vacuna apenas logró mantener los volúmenes de venta del año anterior. “Esto nos indica una readecuación del consumidor argentino, debido a la pérdida de poder adquisitivo. En la coyuntura, al haber precios que se mantienen del kilo vivo y mayor oferta por la falta de expectativas de parte del productor, posiblemente sobre carne en el mercado interno. Así, la opinión pública puede llegar a tener la sensación ficticia de que ha mejorado en la actividad. Pero en realidad, esto será carne para hoy, hambre para mañana. Porque de profundizarse la liquidación de vientres, en el mediano plazo estaremos frente a una crisis ganadera nacional”.

Finalmente, los ganaderos de la FAA se lamentaron de que en este contexto, el gobierno insista con la política aplicada desde 2006, de poner límites a la exportación. “Debemos mantenerse un equilibrio entre el mercado interno y las ventas al exterior. Con una política ganadera adecuada, podemos crecer en los dos rubros. Los datos de los últimos doce meses son duros. En 2012, sólo el 7 por ciento de lo producido se vendió fuera del país, con 185 mil toneladas. Estamos muy lejos de las 700 mil toneladas exportadas en 2005. Pero lo que es más grave, es que hubo menos carne argentina puesta en otros países que en la época de la aftosa, cuando se vendieron 200 mil toneladas al año”.