Para el presidente de Coninagro, los beneficios que se generan desde el campo redundan en la mejor redistribución de recursos y en la creación de más puestos de trabajo. Puntualizó que el sector atraviesa una etapa en la que necesita lograr consensos internos para negociar con el poder político.

Carlos Garetto disertó en Expoagro Norte y destacó que «si desde el ámbito político se comprendiera que el sector agropecuario es parte de la solución y no del problema, se solucionaría el faltante de trigo, leche y carne, y se generaría valor agregado a la producción, posibilitando la creación de nuevos puestos de trabajo».

El dirigente de la Mesa de Enlace de Entidades Agropecuarias remarcó además que «se podrían aportar recursos para mejorar la educación, la salud y la seguridad de toda la sociedad. Cuando los beneficios que se generan desde el sector perduran en el lugar de origen de la producción, se mejora la redistribución y se evita que los gobernantes locales deban tocar puertas en Buenos Aires para lograr mayores recursos».

Garetto llegó a Salta para disertar en Expoagro Norte acerca de El Cooperativismo Agropecuario y la voluntad dialoguista sobre políticas para el sector, y durante su exposición destacó que «ante el marcado liderazgo político que se consolidó en el país se genera la necesidad de buscar espacios que permitan consensuar y dialogar con responsabilidad y sensatez».

En este marco, destacó la importancia de la participación del sector agropecuario en el Congreso para instalar el debate sobre los temas que forman parte de la agenda a corto, mediano y largo plazo del sector.

El titular de Coninagro recalcó que «se está produciendo en la actualidad un proceso de acomodamiento político dentro del propio Gobierno, ya que la Presidente comenzó a hablar del tipo de cambio, inflación, dólar y salario», aunque, según puntualizó Garetto, «se necesita pasar del dicho al hecho».

El dirigente habló de la necesidad de generar consensos internos entre las entidades que componen la Mesa de Enlace, para lograr congeniar mejor con el poder político, dando provecho al protagonismo adquirido durante el conflicto del campo en 2008.

Al hablar del objetivo de Coninagro, describió al cooperativismo «como una herramienta fundamental para mejorar la situación actual del sector agropecuario, porque crea condiciones para industrializar la producción y genera insumos y capitales propios que permiten que los recursos se vuelquen en mayor producción y más fuentes de trabajo en el lugar de origen».

Al mismo tiempo, Garetto cuestionó a las cooperativas que se generan con apoyo del Gobierno Nacional al afirmar que «violan los principios básicos del cooperativismo. Según el dirigente, «la actual gestión se caracterizó por construir poder a través de la caja».