En el sector de la maquinaria agrícola importada aguardan que el Gobierno acelere la aprobación de licencias no automáticas para ingresar productos que seguirán entrando desde el exterior pese a los planes de producción local.

El año pasado el sector compró en el exterior maquinaria agrícola por 450 millones de dólares, recuerda hoy el diario La Nación, explicando que el Gobierno quiere achicar esa cifra, donde pesan, básicamente, cosechadoras y tractores.

En estos rubros el componente importado es del 80% y el 65% respectivamente y la mayor parte de los productos proviene de Brasil, por lo que el Gobierno quiere más fabricación nacional antes de dar licencias.

En abril pasado CNH, del grupo Fiat, presentó una inversión de 100 millones de dólares para hacer tractores y cosechadoras en Córdoba y el Gobierno comenzó a liberar más permisos de importación, según la política del Ministerio de Industria.

Ayer fue el turno de John Deere, la mayor empresa mundial de maquinaria agrícola, cuando la presidente Cristina Fernández de Kirchner recibió la presentación de un plan hasta 2015 para ampliar su planta ubicada en Granadero Baigorria, Santa Fe. Allí habrá una línea de montaje para siete modelos de tractores y cuatro de cosechadoras, hoy importados.

El comienzo de la fabricación está previsto para junio de 2012, a lo que se debe sumar la intención de llevar a 30.000 la producción anual de motores diesel que allí ya hace, duplicándola.

«Todas las empresas están buscando presentar estos planes para que les liberen las licencias. Es una situación forzada, ya que antes de las trabas ninguna tenía planes para fabricar», expresó una fuente de sector, a lo que se suma que una fuente del Gobierno admitió que «la contraprestación» a las inversiones son los permisos para importar.

En el caso de John Deere habrá una sustitución de importaciones y aumento de exportaciones por 115 millones de dólares.

La empresa generará 300 puestos de trabajo directos (ya posee 520 empleados) y 1.000 indirectos. Trascendió que la inversión total será de 130 millones de dólares.

«Por medio de esta inversión, John Deere busca fortalecer aun más su presencia en el mercado argentino, reafirmando una vez más su compromiso con el desarrollo económico y social del país», dijo Mark von Pentz, presidente mundial de la división agrícola.