El Ministerio de Economía, a través del Decreto N° 576/22 del 4/9, estableció el Programa de Incremento Exportador, que reconoce un tipo de cambio preferencial de 200 $/USD para las exportaciones de soja hasta el 30 de septiembre, con el objetivo de aumentar de manera veloz las alicaídas reservas del Banco Central.
Este mecanismo, más conocido como «dólar-soja», es cierto que permite a los productores que tengan saldos de granos de soja no vendidos antes, liquidarlos y obtener un mayor precio durante este mes.
Con todo, el nuevo precio temporario ofrecido sigue lejos del precio internacional, además de ser previo a la aplicación de los derechos de exportación de 33%.
Por su parte, el Banco Central, a través de la Comunicación «A» 7609, decretó hace unos días que los productores que hayan accedido a este beneficio no podrán acceder a la compra de dólar bursátil -CCL o MEP- ni al «dólar ahorro». Luego aclaró que la medida no alcanza a las personas físicas, sino a las empresas.
Ante todo, queda claro que se desconoce la estructura del sector agropecuario, donde muchos de los establecimientos productivos son personas jurídicas, y no personas físicas. Con lo cual, la medida cambia las condiciones del Programa de Incremento Exportador.
Esto se suma al comunicado previo donde el Banco Central fijó la tasa mínima para el financiamiento a productores, que mantengan un stock de soja superior a 5% de su producción, en el equivalente a 120% de la tasa de Política Monetaria vigente, medida que contradice el estímulo del dólar-soja. Y otro comunicado de este mes ha prorrogado las restricciones a las importaciones por dos meses más, hasta fin de año, aumentando la incertidumbre sobre el precio y la disponibilidad de insumos y fertilizantes importados.
Desde CRA nos preguntamos cómo se está coordinando la política económica, y que clase de señales se quieren transmitir desde el gobierno para restablecer la confianza de los productores, y de la población en general. El permanente cambio en las reglas de juego sólo genera más desconfianza, menos inversión, y, en definitiva, perjudica los incentivos para la siembra y la producción, y por ende la oferta futura de divisas de la próxima campaña, que ha sido el objetivo del gobierno con el Programa de Incremento Exportador.
Fuente: CRA
- El Índice de Costos del Transporte subió 3,54% en agosto y acumula 22,8% en 2025.
- Carne de búfalo: Con un perfil nutricional sobresaliente, suma valor a la oferta.
- Claves para reducir la brecha del maíz.
- Agosto histórico para los embarques de trigo.
- El patentamiento de maquinaria agrícola en agosto tuvo una caída del 44,7% interanual, y una mejora del 11,8% interanual en los lo que va de 2025.
- Lluvias continúan protagonizando la campaña de fina y el inicio de la gruesa.
- Maní argentino en ascenso: 1,8 Mt de producción y el mayor volumen exportado en 12 años.
- Impulsan estrategia para convertir agua industrial en agua de riego.
- El diluvio desatado en el centro del país agravó aún más la tragedia de las zonas inundadas.
- ¿Cuánto le resta exportar al agro en 2025?
- Santa Fe concentra el 35% de los tambos activos de Argentina.
- Mejora la condición de cultivo de trigo y continúa la siembra de girasol, aunque con demoras.
- Faena y producción: El delicado equilibrio entre sostener la oferta de carne y recomponer stock.
- Crece la producción y la incertidumbre en el sector lechero.
- Amplio frente de tormenta sobre el este del área agrícola deja importantes acumulados para los cereales de invierno y el girasol.