La eliminación del subsidio triguero –dispuesto por el gobierno macrista desde fines del año pasado– no fue un impedimento para incrementar las exportaciones de harina en el primer mes de 2016.

trigo

En enero pasado las declaraciones de ventas externas argentinas de harina de trigo fueron de 40.405 toneladas por un valor FOB de 12,3 millones de dólares versus 33.077 toneladas por 11,8 millones de dólares en el mismo período del año pasado.

La mayor parte de las operaciones realizadas durante el primer mes pleno de la gestión macrista se realizaron en un rango general de 250 a 350 u$s/tonelada.

El precio promedio ponderado de las exportaciones de harina de trigo argentina en enero pasado fue de 337,9 u$s/tonelada versus 358,0 u$s/tonelada en enero de 2015 (-5,6%).

Durante la gestión kirchnerista la exportación de harina de trigo estaba cuotificada (por medio de ROEs) y gravada con una retención del 13% (aplicable sobre el valor FOB), mientras que la alícuota correspondiente al trigo tenía 10 puntos más (23%).

Los representantes de la Federación Argentina de la Industria Molinera (Faim) sostuvieron durante toda la gestión kirchnerista que el subsidio de puntos –pagado por los productores trigueros–para “privilegiar el valor agregado” y “lograr un mayor ingreso de divisas”.

Pero los hechos indican que al menos en el primer mes de este año la máquina de hacer divisas, en lo que respecta a las exportaciones de harina de trigo, funciona mucho mejor en un régimen de libre mercado y sin derechos de exportación.