Logo Bolsa de CerealesBinner, tres de los presidenciables que hoy tiene la oposición, compartieron escena el miércoles pasado en la presentación del trabajo de la Mesa de Enlace sobre el potencial del campo. De orígenes políticos distintos, pero juntos para escuchar el estudio realizado por CREA en colaboración con Aapresid, que destaca que hacia 2020 el valor de bruto de la producción podría subir de los US$ 71.364 millones actuales a un rango de entre US$ 87.646 y 100.359 millones, señala en un artículo el diario La Nación que reproduce la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Lo mismo se podría decir del senador nacional Fernando «Pino» Solanas y de la diputada nacional Patricia Bullrich. De sectores políticos diferentes, el miércoles pasado estuvieron en el mismo espacio ante la Mesa de Enlace. Otra comparación similar cabría con Ricardo Alfonsín y los hombres de confianza de Sergio Massa que, si bien este último no asistió, envió al intendente de Olavarría, José Eseverri, y al diputado Gilberto Alegre, al encuentro. En fin: ambientes políticos diversos, pero sentados ante el mismo escenario.

En esa disparidad de orígenes hubo sorpresas, como que Pino Solanas y Alfonsín, que siempre esquivaron concurrir a las convocatorias masivas públicas de la Mesa de Enlace, esta semana no tuvieron ningún reparo.
Definitivamente, la política volvió a ponerle su oreja al campo. Y es como no sucedía desde el conflicto de 2008 y en las elecciones legislativas de 2009, cuando la política sedujo a hombres de la producción para que nutrieran las filas opositoras.

Otro tanto hay que decir del sector empresario extraagro. Hubo representantes de primer nivel de los bancos, la industria, la construcción, la Bolsa de Comercio, entre otros. Algunos de ellos antes muy cercanos al kirchnerismo, como Jorge Brito, presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), y dueño del Banco Macro.
Señal de un cambio de época tras la derrota del oficialismo en octubre pasado, y a que Guillermo Moreno, que asediaba a los empresarios, ya no está en el Gobierno, en la presentación del miércoles pasado también se pudo ver a referentes de la cadena del agro de buena sintonía en los últimos años con el Gobierno, como Alberto Rodríguez, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera-Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-Cec), y Mario Ravettino, presidente del Consorcios de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC).
Oídos atentos  

¿Pero por qué la política, más allá de los diversos partidos, está otra vez con la oreja puesta sobre el campo? «Me parece que está marcando una situación institucional donde el país necesita que se unan el sector político y productivo. Hay una necesidad de sumar», expresó Carlos Garetto, presidente de Coninagro.

«Creo que hay una necesidad y se ve que si hay alguien que puede responder rápidamente ante la falta de dólares y la actividad económica es el sector agropecuario. Si hay alguien que puede ayudar es el campo», agregó el productor Néstor Roulet.

Para Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, por medio de la Mesa de Enlace «el campo tuvo un inesperado resurgimiento en la política». Según Fraga, en esta oportunidad la agrupación rural tuvo «dos aciertos y un golpe de suerte».

«En el orden de los aciertos está el convocar con una mirada positiva de futuro, sin reiterar los consabidos reclamos sectoriales, y hacerse vocero de entidades que suelen ser denominadas como más técnicas frente a las cuatro político-gremiales que integran la Comisión de Enlace. El golpe de suerte ha sido emerger en un momento de fuerte tensión social, dificultades económicas y desconcierto político», explicó Fraga.

«Posiblemente esto hizo que su propuesta lograra el apoyo de todo el arco político opositor, desde el Pro hasta Pino Solanas. No han sido en este caso las conveniencias electorales, como lo fue en 2009, lo que ha devuelto al campo a la escena política, sino más bien la urgencia de generar alternativas en un momento en el cual el proyecto del kirchnerismo, que lleva más de una década en el poder, muestra señales de desgaste y agotamiento, aunque una vez más intente redoblar la apuesta», agregó.

Por lo pronto, los políticos dieron muestras de apoyo a esta iniciativa de la Mesa de Enlace y del informe sobre el potencial del campo si se dan factores clave que mencionaron los mismos integrantes de la agrupación gremial: rentabilidad, previsibilidad, institucionalidad, continuidad de la tecnología y políticas de Estado.
«Los cuatro [por los dirigentes gremiales] fueron coincidentes y con un espíritu de mirar hacia delante por una Argentina mejor», afirmó Binner.

«Lo que se plantea es absolutamente lograble», indicó el ex presidente Eduardo Duhalde, otro de los asistentes, que agregó. «Es una meta fácil de cumplir en la medida que se cumplan otros requisitos, como que el Gobierno debe darle previsibilidad y no combatir al campo.»

Cobos añadió otra visión: «Es fundamental que el Gobierno hable con el sector de la producción, que es el que más aporte le hace al país».
¿Y cómo puede aprovecharse este resurgimiento del campo en la política?

Según Gerónimo Venegas, secretario del gremio de los trabajadores rurales, se «graficó lo que se puede hacer [con el potencial del agro], pero ahora la Mesa de Enlace se tiene que ganar un espacio de poder». Para Venegas, ése es un requisito para que su iniciativa no quede como una expresión de deseo.