Logo-FAAAyer deliberó en Rosario el Consejo Directivo Central de la Federación Agraria Argentina. Allí, tras analizar la coyuntura nacional y sectorial, los directores federados de todo el país coincidieron en que «en los últimos diez años se profundizó en el país un modelo de exterminio de los chacareros. Hoy estamos padeciendo las consecuencias, y la realidad de los que hemos logrado sobrevivir como productores es cada vez más crítica. Por eso vemos como indefectible el camino hacia una jornada nacional de protesta, que visibilice nuestros reclamos. Vamos a proponerlo en las próximas asambleas que realicemos”.

Luego de un intenso análisis sobre lo ocurrido en las últimas reuniones de productores convocadas por la Mesa de Enlace y respondiendo a los planteos de cada uno de los referentes de FAA, la conducción de la entidad expresó que “nos hemos cansado de denunciar los problemas que tenemos en cada rincón del país. En lechería, ganadería, en trigo y en las economías regionales, estamos en crisis. Y las expectativas no son mejores para esta cosecha gruesa de granos, por la concentración de la producción en pocas manos, la pérdida de competitividad, los altos niveles de endeudamiento, sumados al impacto de la inflación y la fuerte presión impositiva. Situación que se agrava ante las pérdidas por inclemencias climáticas de las últimas campañas, ante las que no recibimos asistencia por parte del Estado. No vemos voluntad de parte del kirchnerismo de cambiar el rumbo y dar respuestas. Queda claro que no les importa quiénes producen, lo único que les interesa son los volúmenes y el ingreso de divisas por las retenciones para pagar la deuda externa”.

Finalmente, el CDC señaló que «desde la Federación Agraria hemos elaborado una gran cantidad de propuestas para revertir esta situación, pero nunca fuimos escuchados. En la última década, presentamos proyectos para que las retenciones, mientras duren, sean segmentadas. Pedimos precio mínimo sostén, una reforma tributaria, una nueva ley de arrendamientos, una democratización en el uso y tenencia de la tierra, así como un Plan Arraigo para dar oportunidad a los jóvenes en sus pueblos. En todo este tiempo los gobiernos kirchneristas mantuvieron su relato, pero no aplicaron una política de desarrollo rural. Por el contrario, prefirieron sostener un modelo de concentración con los pooles y las grandes empresas como grandes ganadores”.