* Se reducen del 15 al 5% para carnes termoprocesadas, un rubro manejado por una empresa brasileña.

La Presidenta aprovechó la ocasión para anunciar que los chocolates Milka volvieron a fabricarse en la Argentina. En un gesto inusual y abordando una temática que para el Gobierno venía siendo casi un tema tabú en su conflictiva relación con el campo, la presidenta Cristina Kirchner anunció ayer la reducción por un año de las retenciones para las carnes bovinas termoprocesadas (cocidas).
Estos productos, que se elaboran con vacas de conserva -animales que llegaron al final de su ciclo productivo-, venían pagando un 15% de derechos de exportaciones y ahora estarán en 5%. Con esta medida, el costo fiscal para el Estado será de unos 12,5 millones de dólares.

En medio de fuertes controles del Gobierno a las exportaciones, éste fue uno de los segmentos que más retrocedieron. De 50.494 toneladas vendidas en 2005, en 2011 apenas se contabilizaron 18.027 toneladas por US$ 78 millones.

Por la intervención oficial además la ganadería perdió 12 millones de cabezas, el sector frigorífico cerró unas 120 plantas y se cayeron 10.000 empleos.

«Estamos anunciando una importante medida oficial vinculada al sector frigorífico», dijo la Presidenta en un acto donde fue antecedida en sus palabras por José Fantini, secretario general de la Federación del Personal de la Industria de la Carne, y Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC).

A Fantini la Presidenta le prometió que iba impulsar que los trabajadores del sector tengan representación en el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), hoy con presencia del Estado, frigoríficos y productores.

En tanto, en diálogo con La Nación, Ravettino calificó de positiva la decisión oficial. «Esto es una definición política muy importante. Nos acompaña mucho porque mejora el negocio», dijo. Según Ravettino, esta decisión no tendrá impacto en los precios internos para los consumidores.

Vale recordar que las retenciones a las carnes y a la agricultura las reimplantó el ex presidente Eduardo Duhalde en 2002. Para el caso de la carne vacuna, en ese momento se fijaron en un 5 por ciento. Luego, en 2005, el entonces ministro de Economía Roberto Lavagna las triplicó y las llevó al 15 por ciento.

Todo por una empresa

La decisión de avanzar sobre las retenciones, anticipada por La Nación la semana pasada, sobrevino después de una negociación que el Gobierno encaró con la industria y el gremio de Fantini. El sindicato de la carne presionó para que se abriera esta posibilidad luego de bloquear el Mercado de Hacienda de Liniers en protesta por los despidos en el sector.

En realidad, el detonante de esa protesta y ahora de la rebaja de retenciones fue que JBS-Swift, el mayor conglomerado de carnes del mundo, con base en Brasil, anunció el cierre de su planta en Venado Tuerto, fuertemente volcada a los productos termoprocesados. Esa firma es el principal jugador en este rubro en el país.

Tras la reducción de las retenciones, varias fuentes coincidían en que Swift volvería a poner en marcha esa planta. En este contexto, en el sector se interpretó que la medida estaba claramente destinada a beneficiar básicamente a esa empresa.

«Esto le da una ventaja a Swift respecto del resto de las empresas», señaló Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra).

Por su parte, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Hugo Luis Biolcati, que no fue invitado al acto, fustigó la decisión. «Digamos la verdad. Esto no es sacar las retenciones a la carne, es sacarla a las latas de picadillo [éste es uno de los productos elaborados con este tipo de carne]. Deberían eliminarse para las exportaciones de todos los cortes de carne. Los 12,5 millones de dólares [de impacto fiscal] no los ven los productores, van directamente a la industria, cada vez más concentrada», denunció.

Aunque la Presidenta ayer no lo mencionó, trascendió que en el segundo semestre del año también se pondrá en marcha una disminución de los derechos de exportación para las carnes enfriadas y congeladas.

Por otra parte, el sector frigorífico ya logró el compromiso del Gobierno en otros temas. Entre ellos, distribuir todo el cupo Hilton en fecha y sin demoras; flexibilizar la garantía económica que deben tener las empresas una vez que se les asigna la cuota y poder pagar las retenciones con el cumplido del embarque y no cuando solicitan, como hasta ahora, el permiso.

Trascendió que también habría ayuda del Ministerio de Trabajo a las empresas eventualmente con subsidios.

La Presidenta les dijo a los empresarios que se hará un monitoreo para que, a cambio de la medida, mantengan las plantas frigoríficas y el personal. Además, deberán incrementar 5 por ciento las exportaciones. De palabra los empresarios le expresaron su compromiso al Gobierno de no concretar despidos masivos.

SRA