En los llanos de La Rioja, especialistas del INTA estudian los efectos del pastoreo combinado en el monte natural con dos especies de animales. Resultados preliminares, muestran que es posible mejorar los indices productivos, incrementar la producción de carne y mantener la sustentabilidad del ambiente.

La cría de ganado bovino, caprino y ovino es la principal actividad pecuaria de la región y es el principal sustento del productor rural. Sin embargo, el sobre uso de las áreas de pastoreo derivó en una notable disminución de las especies vegetales nativas, principalmente herbaceas. Por esto, un equipo de investigadores del INTA La Rioja se enfoca en la búsqueda de estrategias que permitan incrementar los índices productivos ganaderos y, a la vez, conservar la biodiversidad de especies herbáceas y leñosas.

“En esta región, la vegetación nativa es la principal fuente de forraje para el ganado bovino, caprino y ovino”, señaló Raúl Díaz –especialista en producción animal del INTA La Rioja– y agregó que “Estudiamos diversos esquemas de manejo del pastoreo combinado para incrementar la producción de carne sin dañar el ecosistema natural”.

“Los pequeños productores de la región siempre manejan caprinos y ovinos de forma combinada en pastoreo continuo”, indicó Díaz quien detalló que plantearon esquemas de manejo en sistemas rotativos de pastoreo, ajustando la carga de ambas especies en función de la productividad de la vegetación arbustiva y herbácea.

Para lograrlo, Díaz tuvo en cuenta aspectos importantes de la producción animal extensiva y de cada uno de los recursos forrajeros presentes en estos ambientes.

Para cabras, se usaron dos potreros de pastizal natural, aplicando un sistema de pastoreo rotativo alternado, es decir, doce meses permanecen en un potrero, mientras el otro potrero se mantiene en descanso y sin pastoreo.

En cuanto a los ovinos, se aplicó un esquema en el que durante nueve meses permanecieron en el pastizal natural junto con las cabras, mientras que los tres meses –de servicio y parición– estuvieron en potreros con pastura de buffel grass donde pastorearon ovinos solos.

Según los resultados preliminares, “es posible mantener dos especies de habito de pastoreo diferente, como las cabras que son ramoneadoras y las ovejas que son pastoreadoras, en potreros extensos de vegetación natural”, aseguró Díaz.

Sin embargo, “para obtener buenos resultados es necesario incorporar algunas mejoras tecnológicas, como el apotreramiento y las divisiones que permitan hacer rotaciones”, advirtió el especialista del INTA y agregó: “De este modo, será posible hacer un uso sustentable del recurso forrajero leñoso y herbáceo e incrementar la producción de carne”.