La Argentina exportará en 2019 carne vacuna por un volumen de 600.000 toneladas, un 14% más que en 2018 y un nivel que se ubicaría en el registro más alto de los últimos diez años. En rigor, en 2009 el país colocó en el exterior unas 520.000 toneladas. Después tuvo una brusca caída con el gobierno anterior limitando las exportaciones a no más de 200.000 toneladas por año.

Carnes

Esa proyección para 2019 se conoció en el Outlook Ganadero que organizó la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), que reunió a expertos del sector.

Con 600.000 toneladas, el país quedará entre los cinco principales exportadores del mundo en este rubro. Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), la Argentina terminará 2018 en el sexto lugar entre los exportadores, compartiendo esa posición con Canadá. Vale recordar que con el gobierno anterior el país fue perdiendo posiciones hasta quedar afuera del top ten de exportadores. En 2005 fue tercer exportador con más de 700.000 toneladas. Para 2019, la previsión que se conoció en el evento de Aacrea es que el país salte a estar entre los cinco mayores exportadores.

En diálogo con LANACION, Matías Bodini, técnico del área de Ganadería de CREA, destacó que la Argentina será el país que más crecimiento mostrará en este negocio. «Nuestro país vuelve a estar entre los cinco principales exportadores de carne y se convertirá en el país que más crecerá; luego se ubicarán Estados Unidos y Brasil (cuarto y primer exportador, respectivamente)».

China es hoy la locomotora que tracciona las exportaciones argentinas. En rigor, casi seis de cada diez kilos exportados están yendo rumbo a ese mercado. Si bien el comercio a nivel mundial se va a mantener estable como este año, con un total de 10,5 millones de toneladas, algunos países exportarán menos y esto le dará un lugar a la Argentina para vender más.

Para 2019 se espera que China, que representa un 15% del total de las importaciones mundiales, crezca en una demanda de 150 mil toneladas de carne.

«Es el gran jugador del mundo (ocupa el segundo lugar como comprador de carne, detrás de los Estados Unidos) y, al estar su producción estancada e inflexible (difícil que se modifique), lo que crezca en demanda de carne vendrá del lado de las importaciones», remarcó Bodini. Agregó: «Este país representará un 56% del total de las exportaciones argentinas, a un valor de U$S4900 la tonelada (con productos como garrón, brazuelo y cuarto delantero)».

Mercados

Además, se sumarán las 20 mil toneladas, con tarifa reducida de US$44 por tonelada, que irán al mercado de los Estados Unidos, recientemente abierto, y hoy el mayor importador de carne del mundo, con 1,37 millones de toneladas según el USDA.

Según se señaló en el encuentro de CREA, la Unión Europea (UE) producirá 350 mil toneladas menos que el mundo deberá cubrir. Si bien es un destino fundamental para el país, presenta un consumo de carne estancado y, más allá del buen posicionamiento que se tiene en Europa, ya se cumplieron las metas de la cuota Hilton de 29.500 toneladas (cortes de alto valor comercial con hacienda en terminación pastoril) y de la cuota 481 (actualmente en revisión por un pedido de los Estados Unidos y que es para carne con terminación en feedlot).

«Va a bajar el volumen total sobre lo que se exportaba: antes (Europa) comprendía el 15% y ahora será el 10% de nuestras exportaciones», señaló Bodini con respecto a ese mercado.

En cuanto a la calidad de la carne a exportar, el técnico aclaró que solo un 30% de ese agregado para 2019 corresponderá a cortes premium. «Gran parte de ese crecimiento será de carne de vaca (a China), con un 58% de las exportaciones totales y donde el 98% de la carne importada por el país asiático es congelada. El resto irá hacia Rusia, Estados Unidos e Israel, que tracciona sobre el novillo y es la otra porción de las ventas al exterior», analizó.

Doce millones de hogares en China ganan más de 35 mil dólares al año y son aquellos que pueden demandar carne de calidad. Se espera que para 2021 esa población consumidora de productos premium se duplique. «A medida que los ingresos de los chinos crezcan, el consumo de carne especial va a crecer», indicó el experto.

Los analistas sostuvieron que «el desafío a largo plazo será generar acuerdos comerciales que creen una competitividad sistémica y no ser solamente competitivos por un tipo de cambio favorable». Además, alertaron. «Ojo con ser tan dependientes de un solo mercado (en relación a China, hoy el principal comprador); no es sano para ninguna economía», dijeron.

Fuente: La Nación