De acuerdo con las estimaciones del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar, para los próximos tres meses se espera un fenómeno Neutro, lo que no quita que sucedan algunas lluvias por encima de lo normal en algunas localidades.

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Ya lo asegura el popular dicho que sostiene que después de la tormenta llega la calma. Esto parece que será lo que depare el próximo trimestre. Es que de acuerdo con las estimaciones del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar se esperan unos meses de neutralidad aunque no quita la posibilidad de que ocurran precipitaciones por encima de lo normal en algunas localidades.

“Pronosticar es conocer lo futuro por indicios”, indicó Carlos Di Bella –director del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar y agregó. “Esto resulta cada vez más complejo debido que existe una mayor variabilidad climática entre años con eventos intensos contrastantes y difíciles de anticipar”, comentó.

En referencia a la continuidad o no del fenómeno climático de El Niño, Di Bella explicó que de acuerdo con el análisis de las estadísticas para los próximos tres meses existe una alta coincidencia en los modelos predictivos que indican un evento Neutro con temperaturas del Océano Pacífico dentro de los rangos normales.

Y advirtió: “Esto no quita la posibilidad de que, incluso, ante un fenómeno de neutralidad podría haber lluvias por encima de lo normal en algunas localidades y muy inferiores en otras”.

En este sentido, señaló que se observa un 50 por ciento de probabilidades de que ocurran precipitaciones por encima de lo normal en la región Mesopotámica y en el este de Formosa y Chaco, y lluvias por debajo de lo normal en el noroeste de la Patagonia.

De todos modos indicó que “no hay dos fenómenos climáticos que se den de igual modo e intensidad en una misma localidad y de un año a otro, de ahí la importancia de no aferrarse a estas situaciones tan genéricas”.

Es que para hacer estas tendencias a largo plazo los especialistas recurren a modelos estadísticos que estudian las simulaciones de las condiciones atmosféricas que, por cierto, son muy complejas de predecir.

Por este motivo, Di Bella llamó a los productores a no aferrarse a este tipo de predicciones sino, más bien, orientar sus decisiones productivas en base a la información agroclimática disponible y a la propia historia de su campo.

“Vamos hacia un escenario protagonizado por la información en tiempo real de lo que sucede en general, a nuestros pares y, en consecuencia, nos ayuda a conocer nuestra propia realidad”, detalló.

Y, en esta línea, aseguró que en el Instituto trabajan para que los pronósticos sean cada vez más certeros para que, integrados con más indicios, sirvan para el diseño de estrategias de manejo que ayuden al productor a tomar mejores decisiones.