La huelga de los trabajadores aceiteros cumplió 23 días y paralizó «a todas las plantas del país», lo cual, sumado a la caída en las ventas, está provocando pérdidas millonarias superiores a los 400 millones de dólares. Esta tarde habrá una nueva reunión en el Ministerio de Trabajo.

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El Gerente de Comunicaciones Corporativas y Relaciones Institucionales de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara), Andrés Alcaráz, describió que alrededor de 40 plantas industriales de Santa Fe están paralizadas, con 130 buques varados y este miércoles hubo 15 productoras de aceites y derivados que sufrieron piquetes de trabajadores, por lo que no pudieron sacar mercadería. «Hay una invasión ilegal de los puertos y ya hay faltantes» de productos en las góndolas», advirtió.

Alcaráz aclaró que «nunca» hubo acuerdo con los sindicatos, sino una aproximación del 27,8 por ciento y no del 36%. «No estamos cerca de un acuerdo. Solo hubo aproximaciones. Hoy tendremos nuevas reuniones», detalló el vocero de Ciara.

Sobre la cifra de 36% se había informado que hubo un principio de acuerdo pero que el Ministerio de Trabajo no homologó, ya que el gobierno está cerrando acuerdos salariales con gremios más grandes que no superan el 28%. Así lo afirmó el secretario general del gremio de los aceiteros, Daniel Yofra, quien aseguró que ese porcentaje se acordó el viernes pasado con las empresas y el gobierno lo rechazó. Los sindicatos arrancaron las negociaciones exigiendo 45% de ajuste para lacanzar un salario mínimo de $14.000.

El conflicto enfrenta a la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmontadores de Algodón y Afines de la República Argentina (Ftciodyara), contra las cámaras empresarias Ciara, Centro de Exportadores de Cereales (CEC) y Cámara de Biocombustibles (Carbio).

Reclamo

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires instó este miércoles a las autoridades nacionales intervinientes «a resolver rápidamente una situación altamente conflictiva, que amenaza con escalar a un escenario hoy imprevisible».

El conflicto paritario «genera importantes perjuicios sociales al afectar el suministro de aceite para consumo doméstico, cuyo desabastecimiento ha comenzado a verificarse y al decrecimiento del ingreso de divisas».

La Bolsa advirtió que la menor operación de compra-venta que se registra en los mercados comenzó a colmar la capacidad de almacenamiento de granos en las plantas, lo que se traduce en una parálisis de la entrega de carga de los vehículos a las plantas industriales, por lo que se ven perjudicados los camioneros por la falta de cobro, y una disminución en los ingresos de los productores, quienes tampoco pueden vender sus existencias.

«Resulta contraproducente para sectores ajenos al conflicto, porque genera un progresivo corte de la cadena de pagos cuando comienzan a producirse vencimientos financieros y bancarios de la normal operatoria del agro, debido a que una de las partes haya decidido lanzar un paro por tiempo indeterminado como factor de compulsión y presión para obtener sus reivindicaciones, desechando la mesa del diálogo con fuentes de trabajo en pleno funcionamiento», dijo la Bolsa de Buenos Aires.

NAP