Técnicos del INTA Cuenca del Salado presentan las estrategias para triplicar la producción de carne por hectárea al año. Eficiencia reproductiva y forrajera: los secretos para mejorar la productividad.

En la provincia de Buenos Aires, la Colonia Ortiz Basualdo será hoy la sede de una jornada ganadera en la que el INTA expondrá estrategias para multiplicar la producción de carne argentina. Daniel Rearte, coordinador nacional del Programa Carnes del INTA, se refirió a la Cuenca del Salado como “prácticamente la única región del país en la que el aumento del stock puede ser significativo”.

Se presentarán dos modelos de intensificación de cría para maximizar la producción de terneros por hectárea. Sebastián Maresca, especialista en producción animal del INTA Cuenca del Salado, aseguró que es necesario aumentar la eficiencia de los rodeos. Para esto, una de las estrategias es aumentar los índices reproductivos, los porcentajes de parición y de destete. “Con esta propuesta, triplicamos la producción de carne por hectárea, en comparación con el promedio de la zona”.

Para el técnico, los valores de producción logrados hablan por sí solos: “300 kilogramos de carne por hectárea y por año en la cría, con índices reproductivos del 92%, un porcentaje de parición del 85% y de destete de un 87%”, explicó Maresca.

De acuerdo con Rearte, “la Argentina necesita más terneros y, para eso, sin dudas uno de los caminos es incrementar la carga y la Cuenca es una de las pocas regiones del país donde se puede visualizar un aumento de stock”.

“En este momento, el cuello de botella de la ganadería es la producción de terneros”, dijo Maresca y agregó que para superarlo la estrategia será “la intensificación de la cría para obtener terneros con un peso de 160 a 180 kilogramos por hectárea”.

Vacas bien alimentadas

De acuerdo con el especialista del INTA Cuenca del Salado, contar con forraje de calidad y en cantidad es fundamental para elevar la carga animal. “Allí, el acento deberá ponerse en la implementación de verdeos, su fertilización y el uso de silajes”.

La propuesta incluye avena para pastoreo directo y maíz para silaje. “La rotación de cultivos, con verdeos de invierno y de verano, nos permite casi duplicar la producción de materia seca de alta calidad”, indicó Maresca.

Sanidad, otro aspecto relevante

La incorporación de un calendario sanitario básico a la rutina de los productores es fundamental para el diagnóstico a tiempo de enfermedades reproductivas venéreas y la aplicación de vacunas, entre otros.

En este sentido, el diagnóstico de anestro mediante ecografía permite detectar las vacas que no están cíclicas, o sea las que no están en condiciones reproductivas de entrar en servicio. Si esta situación es detectada a tiempo, es posible “hacer un tratamiento para revertirlo y lograr buenos índices de preñez y estables”, expresó Maresca.

INTA