Tras los 200 a 500 mm de lluvias recibidas, se realiza un ajuste en el área de trigo de 100.000 ha, principalmente en el NE y centro este de Buenos Aires.

De esta manera, con un área de siembra estimada de 7,1 M ha, el horizonte productivo para el trigo estaría en 20,7 Mt en junio, si se toma un rinde promedio de 30,5 qq/ha y se le restan 300.000 ha como promedio de área no cosechada, destacó la Bolsa de Comercio de Rosario.

En esta semana, en la zona afectada de Pergamino explicaron que se avanza a paso lento, que hay mucho barro y humedad. Allí se están generalizando las labores de implantación con predominio de los ciclos intermedios.

Entre los excesos de agua y el gran potencial que representa partir con un muy buen escenario hídrico, la siembra triguera registra un avance del 23% sobre el área de intención. A esta altura del año pasado el avance era del 29%. También hay problemas para que las labores avancen en el SE de Santa Fe y Entre Ríos.

Los problemas para que las labores de siembra progresen son el barro, que complica el ingreso de las máquinas a los lotes, las sembradoras, que entierran mucho rastrojo, y que así todo se vuelve muy lento y trabajoso. Se suman las dificultades que tienen las maquinarias para llegar debido al estado de los caminos o las zonas que aún siguen encharcadas o anegadas. Finalmente, se necesita que no llueva ya que agravaría las condiciones de acceso a los campos y podría condicionar el aprovechamiento de los materiales de ciclos largos a intermedios, que deben hacerse en junio.

Pese a todo lo comentado, hay otra cara de la campaña. Al comparar la actual imagen de anomalía de la reserva de humedad en los suelos de Argentina respecto a los últimos 4 años, se ve un panorama muy diferente. La campaña actual muestra mejores perfiles y una situación hídrica general para Argentina muy aventajada respecto de las otras campañas.

Hay algunos problemas de falta de agua, pero son bastante más acotados. Por ejemplo, en Santiago del Estero, donde se ha sembrado como se pudo en los mejores lotes, se ha cortado la siembra y está la esperanza de reanudarla más adelante, siempre y cuando llueva. La diferencia en esta campaña con las pasadas es que entonces hubo problemas generalizados en la siembra por falta de agua y esto terminó con descuentos en el área.

¿Cómo es la situación de esta campaña respecto al 2021/22?

El año 2021 fue recordado por haber sido el gran año para el trigo, ya que dejó un rinde promedio nacional de 35 qq/ha. Con una siembra de 6,9 M ha, se alcanzó la cifra de producción de 23 Mt. En la comparación se observa que el oeste empezaba con una gran carga de agua, sobre todo en el sur.

La campaña actual arranca con el oeste muy bien, pero la carga de agua es menor que en el 2021/22. Las lluvias han dejado de visitar al oeste y mayo exacerbó el contraste con un caudal fuera de escala que se concentró sobre áreas del este del país. De todas maneras, las reservas son buenas y La Pampa junto con el oeste bonaerense podría sumar algo más de trigo respecto al año pasado. El consultor Elorriaga, explica: «Si bien en un contexto de neutralidad del Pacífico, los modelos de pronóstico prevén lluvias dentro o levemente sobre las normales para el trimestre frío, es necesario recordar que sobre Córdoba, La Pampa y Santiago del Estero el valor medio histórico de las precipitaciones en invierno es de 5 a 10 milímetros mensuales. Por eso, podría ser difícil recomponerlos en el momento de mayor requerimiento hídrico de los cultivos». El 2021 fue un año extraño. Aún con un contexto de «Niña» hubo lluvias en la primavera que lograron que el trigo funcione muy bien en Buenos Aires, pero también en el resto de la región pampeana. Habrá que ver como juega el clima en agosto y octubre en este 2025. Por lo pronto, Argentina tiene grandes chances de acercarse a los rindes de esa campaña referente del trigo, la 2021/22, y alcanzar un buen nivel de producción con una siembra de 7,1 M ha.

¿Cuáles son las provincias que más hectáreas suman trigo?

El 2,9% de aumento en el área muestra que el trigo vuelve a afirmarse en el centro y norte del país. Tal es el ejemplo del norte cordobés, donde el problema de la chicharrita bajó el área del maíz tardío y se buscó en el trigo la forma de mantener la proporción de gramíneas en las rotaciones. De esta manera, Córdoba encabeza el aumento interanual con un 9,3% más de área triguera. Le sigue Santa Fe con un aumento de 3,6 %. Buenos Aires, tras el ajuste de 100.000 ha por excesos hídricos, quedaría en el mismo nivel de siembra del año pasado.

Se mantiene el guarismo de 48,5 Mt para la producción de soja 2024/25.

Está llegando a su fin la recolección de soja con un 91% de avance nacional. Un mes atrás, la mejora de rindes que se esperaban en el NE y centro este de Buenos Aires más ajustes en los que se previa disminuir el área perdida por la falta de agua en enero sobre sojas de segundas, hacía prever un ajuste positivo sobre la cosecha argentina de soja. Tras los 200 a 500 mm que recibió precisamente el NE y parte del centro este de Buenos Aires, las expectativas han cambiado. Por lo pronto, sigue atrasada la cosecha y está pendiente de levantarse en Buenos Aires aún un 15% del área implantada. Las posibilidades de nuevas lluvias no son una buena noticia para el sector.

Por lo tanto, se siguen manteniendo los guarismos de mayo de una producción de 48,5 Mt, la que que surge de considerar un área sembrada de 17,7 M de ha, 1,2 M de ha no cosechadas y un rinde nacional de 29,4 qq/ha.

Para el Maíz 2024/25 el rumbo sigue puesto en 48,5 Mt.

Se levantó poco más de la mitad del área, un 52%, y respecto al año pasado hay un retraso de un 3%. Hay expectativas por el avance de cosecha sobre los maíces tardíos de Córdoba. Esperando que se desarrollen las tareas de recolección, se mantienen los guarismos del mes pasado. Esto es un rinde nacional de 69,2 qq/ha, un área sembrada de 8,3 M ha (de las que 1,3 M no entrarían al circuito comercial) y una producción de 48,5 Mt a escala nacional.