Manifestantes de Uatre protestaron ayer en el Ministerio de Trabajo y en casi 100 rutas del país.

Tras 15 días de conflicto, la puerta a una solución está todavía lejos de divisarse. Desafiante, el secretario general de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), Gerónimo Venegas, reclamó ayer que Cristina Kirchner no boicotee el aumento salarial del 35,7% que acordó el gremio con las entidades agropecuarias.
«Señora Presidenta, no queremos que nos boicoteen el aumento salarial. Seguiremos luchando. Dígale al Ministerio de Trabajo que no nos vamos a achicar»,  señaló «Momo» Venegas durante una movilización que encabezó en la sede de la cartera laboral.

A modo de réplica y a través de un comunicado, el Gobierno argumentó las razones por las que no aprueba el alza salarial que exige Uatre. «En el nuevo estatuto del peón rural enviado al Congreso no está admitida la celebración de convenios colectivos de trabajo. Por lo cual, no existen homologaciones del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social», expresó el presidente de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA), Alvaro Ruiz.

Ruiz cuestionó, además, que haya habido unanimidad entre las entidades agropecuarias y los gremialistas en la negociación del 1° de noviembre.

Cortes de ruta

Con cortes en casi 100 rutas del país, Venegas amenazó con continuar con las protestas para lograr el aumento y llevar a 3000 pesos el salario mínimo del peón. La movilización central tuvo su centro en el Ministerio de Trabajo, en la ciudad de Buenos Aires. Allí, unos 800 manifestantes cortaron la avenida Alem y exhibieron pancartas en las que rechazaban la intromisión del Gobierno para fijar la suba salarial en 25%, un porcentaje inferior al que habían acordado.

«No quieren aprobar el aumento porque los empresarios, como el gremio, consideramos la verdadera inflación y no la del Indec para medir el salario», explicó un allegado a Venegas.

«El Gobierno propone que el aumento sea del 25% y quiere imponer la derogación del artículo 3, que habíamos acordado entre las partes y que fija que el piso para los salarios de las economías regionales sea el salario mínimo vital y móvil, no el del peón rural. Está la injerencia del Estado por sobre la voluntad de las partes», explicó Abel Guerrieri, representante de la Sociedad Rural Argentina en la CNTA.

Por su parte, Venegas volvió a denunciar que el Gobierno quiere quedarse con el control del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Estibadores (Renatre) a través de un proyecto de reforma del régimen de trabajo rural, que se presentó en junio pasado.

La Nación